El director general de Salud Ambiental del ministerio de Salud Pública, Luis Emilio Féliz Roa, señaló este viernes que una de las grandes dificultades en la luchas de prevención contra el cólera en la República Dominicana es la cantidad de los vendedores ambulante de alimentos en la principales avenidas del país.
Féliz Roa explico que se está diariamente en coordinación con todos los ayuntamientos del país para eliminar, recoger a los vendedores de alimentos en las vías públicas que no cumplen con los requisitos ante la amenaza de la propagación de la enfermedad.
“Somos un país que vive felizmente con un libre tránsito, con libre movilidad, pero que sucede en caso de los venderos ambulantes, que al quitar al vendedor de las calles, le quita los equipos, después de un proceso de notificación y capacitación, y poco rato te lo encuentra en otra equina, y esa capacidad de estas personas, es lo que más limita la lucha contra la propagación del cólera en el territorio nacional”, expresó Feliz Roa.
Resaltó que uno de los últimos acontecimientos que ha llamado a la tensión en término de ventas de alimentos en las vías públicas, es el caso del mercado de pulgas, ante el posible efecto de la amenaza de cólera.
El director de Salud Ambiental dijo que el mercado de la pulga no está clausurado sencillamente por el comercio de ropas, pacas y otras cosas que se comercializan en esa zona, sino por dos razones fundamentales y es que el lugar no cuenta con facilidades sanitarias para que los usuarios de este comercio puedan realizar sus necesidades.
Expresó que por motivo de seguridad nacional es que se ha tomado la medida de prohibir las ventas hasta que no esté la zona debidamente preparada bajo las normas establecida por los organismos del Ministerio de Salud Publica y los ayuntamientos.
Precisó que la responsabilidad de que el mercado pueda funcionar en un futuro no es del Ministerio de Salud, ni de los Ayuntamientos, sino de los comerciantes que operan en la zonas que tienen que instalar los equipos y la prevención necesarias solicitada ante la amenaza de la enfermedad.
Advirtió que por en cima de la actividad económica de un grupo no se pondrá en juego el interés de la población del país.
Aseguró que a los vendedores de las pagas y en la pulgas, se le ha informado de la gravedad de la situación y que mientras no hayan condiciones adecuadas para que pueda operar, sin que su trabajo se signifique una amenaza a la población dominicana no será posible el funcionamiento del mercado de pulgas en la zona del elevado de la autopista Gregorio Luperón y otras comunidades que presente las misma condiciones de inseguridad.