Tras un inicio frustrado y la suspensión inicial debido a la imposibilidad de entregar a los encuestadores los viáticos porque, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), no disponían en ese momento de recursos, se inició este primero de diciembre y hasta el próximo día 7, el IX Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.
De todos modos, más allá de la justificación de la ONE por el retraso, lo importante es que, tal y como expusieron en la nota publicada por ellos, “el censo es una operación de gran complejidad y envergadura. En ese sentido, es indispensable garantizar la concatenación de los diferentes procesos que la ha puesto en marcha, con el propósito de asegurar el mayor control de calidad en la operación de distribución de materiales censales”.
El caso es que no sólo la ONE tiene gran responsabilidad en este evento a través del cual se ha propuesto realizar en una semana el levantamiento censal del país donde, sin duda, tienen responsabilidad absoluta todas las instituciones públicas, los poderes del Estado, los ayuntamientos, la sociedad civil, las iglesias, universidades, el sector privado, los medios de comunicación, entre tantos que deben aportar el máximo de fidelidad en cada información requerida para tales fines.
Finalmente, el país constatará la cantidad de personas, nacionales y extranjeras que residen en el territorio nacional, a partir de las visitas a cada vivienda de los 40 mil empadronadores debidamente identificados, en los horarios comprendidos entre las 8:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.
Amigas y amigos lectores, no olviden que durante el operativo censal las actividades cotidianas en el país seguirán con normalidad, tal y como se ha anunciado, pero es muy necesario que se proporcione la información, preferiblemente por parte de la jefa o jefe de hogar y en caso de su ausencia por una persona de 15 años o más. De ello dependerán esas cifras sobre información poblacional, demográfica, económica y social imprescindibles para la República Dominicana.
