En estos tiempos en los cuales avanzamos por el siglo XXI, ya con su primer decenio andado, aparecen algunas conclusiones: sin querer simplificar conceptos, ni minimizar realidades, la verdad es que “el bien y el mal” se entrecruzan y de un lado y del otro, los seres humanos luchan por sacar adelante la luz, en medio de tantas tinieblas.
La prensa nacional y, particularmente, este multimedios, publicó acerca de la actividad de un grupo de jóvenes del municipio de El Cercado, en la provincia San Juan de la Maguana, que llevó a cabo un concurso de canciones bajo el título “Corrupción, súmate al no”, unido esto a un programa televisivo dirigido a promover valores “como la transparencia, la honestidad y la participación democrática”.
Y no cabe duda del valor de la iniciativa y su contribución a desarrollar las conciencias para combatir el venenoso flagelo. Que baladas, bachatas, rap y otros géneros musicales se pronuncien con acertados contenidos en esta batalla campal, que se impulse “la cultura de la honestidad y la participación como valores indispensables para la convivencia democrática“, tal y como refleja en su comunicado la oficina del PNUD en el país, todo esto conforma tácticas beneficiosas para una estrategia que plantee “propuestas y reflexiones para un mejor ejercicio de la democracia”.
Que sirvan acciones de este tipo para incidir, sobre todo, en quienes tienen el poder y ese dinero que debe algún día volcarse en las arcas populares, esas que necesitan destinarse a escuelas, hospitales, servicios públicos…etc., no a engrosar bolsillos que pesan hace mucho tiempo.
