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Estadísticas de tragedia

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Cada año que concluye compite tristemente con el que le antecedió en el número de víctimas mortales que deja como estela trágica en su despedida. Según las autoridades, durante estas festividades de fin de año se registró un total de 62 muertos, sumando los fallecidos en accidentes de tránsito o por intoxicación alcohólica y los que cayeron víctimas de incidentes violentos.
 
Si a todo esto se añaden los 40 fallecimientos reportados durante el feriado del 24 al 26 de Diciembre, en la Navidad, la cifra trágica en el año que recién terminó asciende a 102 muertos en apenas dos fines de semanas.

Haciendo memoria, en los festejos de despedida del año 2009, para Navidad y Año Nuevo, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) reportó 59 muertes en accidentes de tránsito y otros incidentes.

Ahora, hasta la Policía Nacional se ha esmerado en destacar que la cantidad de muertos durante las festividades de Año Nuevo, con relación a las de 2009, se redujeron en un 38 por ciento.
 
Las estadísticas de la Policía registraron en este inicio de año cuatro muertes por delincuencia, 25 por conflictos sociales, o hablando más en dominicano, por riñas y dos por acción legal, lo que traducido significa que fueron muertos por la misma institución del orden. En total 31 muertos.

De acuerdo con la PN, desde el 31 de diciembre de 2009, al primero de enero de 2010, se produjeron 12 muertes por delincuencia, 35 por conflictos sociales, tres por acción legal, para un total de 50.

Sacando cuentas, por violencia, delincuencia y otras situaciones de ese tipo, las estadísticas de muertes descendieron, ya sea por la acción efectiva de la Policía Nacional, que según su jefe, el mayor General José Armando Polanco Gómez, desplegó una labor preventiva en todas las zonas vulnerables.

Sin embargo, los números mortales continúan siendo elevados, no importa si el fallecimiento es causado por un trago de más, que a su vez puede ocasionar un accidente lamentable o por una bala disparada por un delincuente o hasta por un desaprensivo.

Así, una época en que los dominicanos y dominicanas deben darse la mano, para de manera fraternal y festiva aprestarse a avanzar por un nuevo año en esta tierra de Dios, se convierte en tiempo de lágrimas y luto para muchas familias.

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