Las maniobras políticas, como la recolección de firmas iniciadas por el equipo político del ingeniero Miguel Vargas Maldonado, son todas aceptables, pero no se puede, por hacer un trabajo de esa naturaleza, llegar hasta a insultar al adversario.
Fue palpable durante el fin de semana e inicio de esta la gran cantidad de seguidores de Vargas Maldonado recogiendo firmas en las calles.
Pero, ¿cuáles eran las preguntas?: ¿Usted no cree que Hipólito es muy vulgar? ¿Cree que el gobierno de Hipólito era de perros? Y un sinnúmero de atrocidades que es mejor seguir no diciéndolas.
Ya sea que las preguntas hayan sido mandadas a cuestionar adrede por el equipo político del ingeniero Vargas, que ha demostrado ser un ente prudente, o que los “empadronadores” se las hayan inventado, es un juego político muy sucio que hay que corregir por el bien de la democracia y la vida de ese partido.
Eh dicho…