Son días estos días de reflexiones teóricas y comentarios referentes a situaciones que tienen lugar en el país. Los comunicadores debaten el tema de las percepciones como formas empleadas por gobierno e instituciones a fin de crear una opinión pública favorable a algún concepto o acción a seguir.
Según Wikipendia, “La percepción es el primer proceso cognoscitivo, a través del cual los sujetos captan información del entorno, la razón de ésta información es que usa la que está implícito en las energías que llegan a los sistemas sensoriales y que permiten al individuo animal (incluyendo al hombre) formar una representación de la realidad de su entorno…”
Velar por la seguridad ciudadana no significa que haya “barrios seguros” solamente. Ya se ha visto que en esto se pierden las expectativas. La violencia colmó calles, avenidas, residenciales y hasta el último rincón del país en 2010 y así se inició 2011.
No queda duda acerca de que hay que invertir en la solidez de quienes custodian a la población y les protegen del crimen organizado y el narcotráfico. Los salarios de policías y militares deben establecerse de acuerdo a la realidad económica que viven estas personas como parte de la sociedad dominicana, así como contribuir en su superación profesional.
No es percepción. Es realidad palpable esta que aparece cada día ante los ojos de los ciudadanos, donde los actos corruptos marcan a muchos de los representantes del poder.
Un sistema democrático implica que cada órgano de poder del Estado considere su papel y que la transparencia rija sus funciones, sobre todo en este período anual denominado año de la transparencia y fortalecimiento institucional. Vista hará fe en este sentido.