Primero fue la noticia de su llegada, de la cual no solo opinaron los haitianos residentes en el vecino país, sino también los que se encuentran en territorio dominicano, con criterios diversos…
Aún cuando el presidente René Préval había recordado que Duvalier fue encarcelado en 1997, durante su primer mandato, y que sería apresado si regresaba al país, "Baby Doc" llegó con rostro de complacencia, pese a las acusaciones de varios delitos que pesan sobre él.
Su llegada a Puerto Príncipe fue en un vuelo de Aire Frances, por lo que la lógica indica que ni Francia, ni los Estados Unidos pusieron objeción a su regreso. ¿A buscar qué?
El ex dictador Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier dijo que venía a ayudar al pueblo haitiano, como si los 25 años de exilio hubiesen servido para borrar todo ese período de angustias y desgracias que siguió al ascenso suyo al poder en 1971 y hasta 1986, como sucesor de su padre Francois Duvalier "Papá Doc".
Los infortunios de la población haitiana han mantenido un continuo crecimiento, desde los períodos de la cruda colonización y durante todos los gobiernos que no han logrado erigir para ese pueblo una estructura institucional y mucho menos un sistema que haga sus vidas más llevaderas.
Todo lo contrario, Haití vive momentos de tensión política, luego de unas elecciones neblinosas y oscuras que sólo han acentuado la crisis política. El terremoto que les azotó hace ya un año integró nuevas zozobras. Nada dice que la presencia del ex mandatario estabilice en lo más mínimo la situación existente, todo lo contrario. ¿Será que a río revuelto, por muy mal estado que tenga sus aguas, determinados pescadores creen que pueden obtener ganancias?
La República Dominicana fortalece sus fronteras y enfrenta otra incertidumbre mayor con el destino y la suerte que debe enfrentar el vecino pueblo, como si fueran pocas las tribulaciones que sufre con creces y que, sin duda alguna, se reflejan aquí.