Al iniciarse el actual año y hasta los días actuales, República Dominicana
contaba más de 150 casos de cólera, enfermedad que en la vecina Haití ha causado la muerte de miles de personas.
Pero, la infausta noticia de que se ha registrado la primera víctima en el país pone en vilo, no sólo a las autoridades de Salud Pública, que realmente han alertado a la población sobre el posible contagio, sino a cada ciudadano.
Según plantean los estudios médicos, el haitiano Renauld Francois, fallecido en
Higüey, presenta todos los signos “compatibles con el cólera, por lo que se asocia su muerte a la enfermedad" y esto significa que más allá de las acciones de vigilancia y control epidemiológico en la zona donde residía el fallecido, las medidas de precaución tienen que fortalecerse en todo el territorio nacional.
Lamentablemente, los esfuerzos por evitar el paso de la epidemia a través de la frontera domínico- haitiana han sido baldíos, pues tal y como afirma Senén Caba, presidente del Colegio Médico Dominicano “ni siquiera una cuarta parte de dicha frontera está protegida”.
Se trata de un terreno franqueable y vulnerable y no existe “ni calidad, ni cantidad para preservarla”.
El propio presidente Leonel Fernández ha alertado a la población sobre este
peligro que es ya una realidad. Miles de voluntarios en el país han unido
fuerzas en campañas organizadas por las autoridades de Salud Pública para evitar el avance del cólera, pero ya no se puede esgrimir el discurso de que “la
situación esté bajo control”.
Aún siendo más que reiterativos, hay que insistir en el acceso al agua potable,
no contaminada y recordar a la población que asuma las normas de higiene, sobre todo con el consumo de alimentos y ante el menor de los síntomas recurrir a un centro hospitalario.
No podemos olvidar que el cólera es más que una situación de Seguridad Nacional en Haití, tal y como han publicado los medios de comunicación y esta nación tiene que evitar caer en ese precipicio…