Según los datos obtenidos en los más recientes estudios, el Estado de la Florida tiene una población de más de nueve mil dominicanos hábiles para votar en las elecciones que se aproximan y otras a futuro donde, de seguro, esta cifra se incrementará.
El fallo del que habla el título de esta columna está en que la oficina de la Junta Central Electoral en este Estado tiene inscritos unos 9.529 votantes, de los cuales solo sufragan 4.000 en cada uno de los comicios que se han realizado. ¿Cuál es el problema? Que los grandes partidos centran su lucha en La Florida, donde no existe ni el 5% de la población dominicana votante y olvidan las demás demarcaciones.
El más reciente censo de los Estados Unidos arrojó que en La Florida residen unos 250 mil dominicanos, de los cuales ni el 5% vota.
Son muchos los compueblanos que hay en La Florida, pero los partidos políticos solo se han enfrascado principalmente en Miami, Orlando y Tampa y, al parecer, tienen una gran apatía con los dominicanos de Hialeah, Kendall, el área de Fountainblue, y otras tantas donde residen muchos criollos.
Esto refleja la poca importancia que le dan los principales partidos políticos de la República Dominicana a los dominicanos que residimos en el exterior; porque lo mismo pasa con los criollos que viven fuera de Nueva York y en Europa sólo se centran en Madrid.
Desde mi esquina podría darles un humilde consejo: busquen los dominicanos en cada rincón de los Estados Unidos y háganlo, no con la intensión de ganar adeptos, sino para enterarse de la situación en la que viven.
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