La sociedad dominicana atraviesa hoy por una de las etapas más difíciles y más traumáticas de su historia republicana, fruto de la desesperanza que embarga a cada dominicano que cada día ve como se deterioran sus condiciones de vida y las de sus familiares, sin que se abra una ventana de esperanzas. Hoy, 60 de cada 100 dominicanos no saben por quién votar.
Los dominicanos no hemos podido superar la profunda crisis eléctrica fruto del uso de combustibles caros y contratos muy mal negociados que nos imponen altas facturas, grandes subsidios y odiosos apagones. Nacimos en una sociedad de apagones, crecimos en una sociedad de apagones y todavía hoy vivimos en una sociedad de apagones, aunque en los últimos seis años hemos entregado a la CDEEE 6,000 millones de dólares en subsidios que han beneficiado a los productores de energía y han perjudicado al pueblo dominicano. Con ese dinero pudimos instalar 2,000 Mega watts en base a gas natural y carbón mineral, resolver el grave problema de los apagones y reducir las altas tarifas.
Sólo el 36% de los dominicanos recibimos agua dentro de nuestros hogares, pero no nos atrevemos a consumir el agua de la llave porque no llega al 95% de índice de potabilidad exigido por la Organización Mundial de la Salud, lo que nos obliga a gastar el 10% del salario mínimo en adquirir agua embotellada, la cual muchas veces tampoco es de buena calidad.
La falta de oportunidades laborales ha incrementado la ola de delincuencia que estremece a todos los sectores dominicanos, y la gente teme salir a la calle porque la inseguridad golpea a toda la sociedad ante la mirada casi indiferente de autoridades que no invierten recursos en micro empresas que multipliquen las oportunidades laborales para los jóvenes de los barrios periféricos, mientras el 70% de los empleados públicos son nombrados por recomendación y por influencia política y su tasa interna de retorno es casi nula.
El Gobierno se niega a cumplir con la Ley General de Educación 66-97 que obliga a invertir el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en la Educación, y el hecho de haber estado invirtiendo apenas un 1.8% del PIB en la Educación nos ha llevado a ocupar los últimos lugares en las pruebas regionales latinoamericanas, mientras los cubanos, que invierten el 13.6% del PIB en la Educación, ocupan los primeros lugares. Las naciones industrializadas se han desarrollado sobre la base de invertir amplios recursos en la Educación.
Los servicios hospitalarios, con muy pocas excepciones, representan una vergüenza para todo el pueblo dominicano, ya que en lugar de hospitales tenemos viejos almacenes de enfermos donde no hay suficientes camas, ni medicinas, ni higiene antibacterial, y donde la gente entra con una enfermedad y sale contagiada con otras enfermedades peores.
El medio ambiente ha sido abandonado a su suerte, los ríos han sido convertidos en cloacas urbanas, no hay alcantarillados sanitarios, el 30% de la población rural no tiene letrinas, las descargas de nuestros inodoros son enviadas al mismo subsuelo desde donde extraemos las aguas de pozos, lo que indica que nos cepillamos con las mismas aguas que previamente habíamos descargado desde nuestros inodoros, los bosques son deforestados con nuevos estilos de aserraderos denominados planes de manejo forestal y las basuras son depositadas a orillas de ríos, arroyos y cañadas. Vivimos un caos ambiental, y ningún otro gobernante ha podido igualar la gran obra ambiental de Joaquín Balaguer, de quien fuimos, por decreto, Consejero Científico Ambiental desde 1987 hasta 1996.
No hay un Plan de Ordenamiento Territorial y la gente construye donde quiere y como quiere, incluyendo zonas vulnerables a inundaciones y a terremotos, lo que nos expone a grandes desastres naturales como el ocurrido en Haití el 12 de enero de 2010, donde un terremoto de magnitud 7.0 Richter mató alrededor de 300,000 personas y dejó sin hogares a un millón y medio de personas, produciendo el mayor desastre mundial de los últimos 50 años y una gran presión social sobre el pueblo dominicano, y todo ello fruto de que la gente construyó edificaciones sobre suelos arcillosos blandos que multiplican los efectos devastadores de las ondas sísmicas.
Hoy, con el barril de petróleo a US$90, el galón de gasolina “Premium” nos cuesta RD$183, y cuando el barril de petróleo costaba US$145, el galón de gasolina nos costaba RD$207, eso quiere decir que hoy el galón de gasolina debía costar RD$130, lo que indica que en cada galón de gasolina hoy nos están cobrando RD$53 de más, que, sumados a los RD$65 de impuestos por cada galón, son utilizados para el clientelismo político en lugar de utilizarlos para el desarrollo de nuestra nación.
El Partido Reformista Social Cristiano es el Partido de las grandes realizaciones, es el Partido que construyó la clase media dominicana, las grandes presas, canales de riego, carreteras y puentes, escuelas, hospitales y proyectos multifamiliares; financió la hotelería y la industria vía FIDE e INFRATUR, suprimió los aserraderos, promulgó las leyes agrarias y siempre cuidó el medio ambiente. La verdadera Etapa Progresista se debe al Partido Reformista.
El Partido Reformista Social Cristiano debe demostrar desde la Liga Municipal Dominicana que es un Partido al servicio del desarrollo y el ordenamiento territorial de cada municipio, ayudando a educar a la población sobre el correcto uso de los suelos y sobre la correcta clasificación de las 2 libras de basuras que cada ciudadano produce diariamente, para que en cada hogar, escuela, hotel y empresa haya 4 recipientes de basuras: uno para vidrios y plásticos, uno para metales, uno para papeles y cartones, y otro para materia orgánica. De esa forma podremos reciclar el 85% de las basuras, reduciremos la contaminación ambiental en ríos y arroyos, y convertiremos los vertederos en rellenos sanitarios.
Es tiempo de que el Partido Reformista Social Cristiano vuelva a ser la esperanza del pueblo dominicano, y para ello debemos llevar una propuesta electoral que sea coincidente con las preocupaciones y aspiraciones de la gente. Debemos llevar una oferta electoral que sea atractiva dentro y fuera del PRSC, para que el votante se sienta orgulloso de apoyar una propuesta diferente que le devuelva la esperanza a toda nuestra gente. ATREVETE a ser parte de un nuevo PRSC donde la agenda del Partido sea la misma agenda de la sociedad.