Boston.- Las mujeres que sufrieron un aborto en el primer trimestre de gestación no son más propensas a necesitar atención psiquiátrica después del procedimiento que antes, aunque el riesgo a desarrollar un trastorno mental aumenta si tienen un hijo.
Además, un nuevo estudio halló que las mujeres que habían sufrido un aborto eran casi 4 veces más propensas a utilizar servicios de salud mental los meses previos al aborto que las que llegaron a término con el embarazo, algo que los investigadores no pudieron explicar.
El estudio publicado en New England Journal of Medicine es el último que evaluó el efecto psicológico del aborto temprano. Mientras que los defensores de la técnica afirman que es segura, los detractores difunden una larga lista de trastornos psicológicos que aparecen después del aborto.
La nueva investigación fue realizada a partir de las historias clínicas de casi un millón de adolescentes y mujeres más adultas, entre las que el equipo identificó a 84.620 que se habían realizado un aborto y a 280.930 que habían tenido bebés en un período de 13 años posterior al procedimiento.
"No confiamos en la expresión voluntaria de las mujeres sobre si se habían realizado un aborto o si después habían tenido problemas de salud mental", dijo Trine Munk-Olsen, de Aarhus University, Dinamarca.
El equipo de Munk-Olsen utilizó el Sistema de Registro Civil de ese país para identificar a las mujeres que habían nacido entre 1962 y 1993, y que habían tenido su primer bebé o su primer aborto en el primer trimestre entre 1995 y el 2007.
Halló que 15 de cada 1.000 mujeres que se habían realizado un aborto habían solicitado tratamiento por algún problema psiquiátrico en los 9 meses previos a interrumpir el embarazo, y casi la misma cantidad recibió tratamiento en el año posterior al aborto.
Pero 4 de cada 1.000 mujeres que siguieron adelante con el embarazo solicitaron tratamiento por algún trastorno mental durante los meses previos al parto, comparado con casi 7 por cada 1.000 durante el año posterior.
