Hace 45 años, el 9 de febrero de 1966, los estudiantes demandaron frente al Palacio Nacional aumento del presupuesto a la educación.
Esta demanda, encarnada en la entrega de la partida económica que correspondía a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), formaba parte de otras exigencias como la salida de las tropas invasoras del país, la desocupación de los planteles escolares, reconocimiento de las nuevas autoridades universitarias del Movimiento Renovador, la diversificación de la enseñanza.
Portando cartelones donde aparecían las consignas “¡fuera yanquis de Quisqueya!”; “¡que salgan de los planteles las tropas de ocupación!” y “¡respeto a la soberanía nacional!”, los estudiantes de las escuelas, los liceos y de la UASD ocuparon la parte frontal del Palacio Nacional, la calle doctor Báez, calle doctor Delgado y la Danae.
El entusiasmo estudiantil se hacía sentir con las consignas e inesperadamente, cuando el bachiller Romeo Llinas se subía a un balcón del edificio donde funciona la Supervisora de Obras del Estado, un policía lo empujó con la culata de su arma y desde abajo un estudiante le lanzó un frío frío. Hubo un disparo, otro y un ametrallamiento cerrado, dejando un saldo de tres muertos en ese momento; 20 heridos, dos de ellos de gravedad.
Los caídos asesinados fueron los estudiantes Antonio Santos Méndez, Miguel Tol entino, Luís Jiménez Mella y posteriormente murió en San Antonio Texas, Altagracia Amelia Ricart Calventi, de apenas 14 años de edad
Resultaron heridos de gravedad Brunilda Amaral, y Antonio Pérez (Tony), quienes cambiaron sus pies por sillas de ruedas donde permanecen sin poder caminar como un testimonio permanente de esta masacre.
Resultaron heridos de balas, con laceraciones, golpes y fracturas Freddy Antonio Cruz, José Ramón Casimiro, Griselda Zorrilla, Miguel Núñez, Juan Castro, José María de la Cruz, Víctor Ramírez, Jaime Tomás Estrella, Ciprián de Jesús Báez, Modesto Guzmán Castro, José Javier Solís, Vinicio García, José Zabala, William Pérez Ernesto, Ernesto Caamaño, Roberto Ramírez y Evita Germán.
Movimiento estudiantil mundial
Los acontecimientos frente al Palacio Nacional recibieron el repudio y condena del movimiento estudiantil mundial. En Francia, América Latina, Europa y Asia los estudiantes se lanzaron a las calles exigiendo que salieran del territorio dominicano las tropas de los Estados Unidos de Norteamérica, Honduras, Nicaragua, Brasil, El Salvador y otras naciones integradas en la llamada Fuerza Interamericana de Paz (FIP) de la Organización de Estados Americanos (EA).
El gobierno revolucionario de Cuba solicitó a las Naciones Unidas que reuniera de emergencia el Consejo de Seguridad e igual posición asumió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Se activan los comandos
A las fuerzas constitucionalistas integradas por civiles y militares que combatieron en la guerra de abril del 1965 se activaron los comandos constitucionalistas que respondieron con emboscadas en horas de la noche a las tropas extranjeras.
Se volvieron a oír los tableteos de las ametralladoras en San Antón, San Lázaro, San Carlos y Cuidad Nueva.
El juego de voleibol en las calles a plena luz formó parte de esta lucha para distraer a las tropas, mientras se planificaban los combates de la noche.
La situación cada día era más tensa, por la huelga convocada por la Federación Dominicana de Estudiantes (FED); Fragua, la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER); Bloque Revolucionario universitario Cristiano (BRUC); Juventud Revolucionaria Cristiana (JRC) y la Juventud Radical Revolucionaria.
La agudización de la crisis política creada y respaldada por las acciones militares de combate de los comandos constitucionalistas, las organizaciones revolucionarias 145 de Junio, Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista, llevaron al líder de la revolución del 24 de abril de 1965, Francisco Alberto Caamaño Deñó, a reunirse de urgencia con los actores, en particular con los estudiantes.
El coronel Caamaño dijo: “mis hijos, les pido que levanten la huelga porque esto puede ser tomado como pretexto para desconocer el acuerdo y prolongar la intervención de la Patria, se lo pido en mi nombre y del pueblo en armas”.
Por la admiración y respeto a Caamaño se acogió la sugerencia de levantar la huelga, exigiendo que se cumpliera el pacto que puso fin a la guerra de abril
¿Qué se hará este 45 aniversario?
El Comité Permanente 9 de Febrero de 1966, desarrollará el próximo 9 del mes en curso un programa que se inicia a las 9:00 AM con la lectura de la declaración “Por un hombre y una mujer nueva, para una nueva Patria”, a cargo de Brunilda Amaral, sobreviviente de la masacre que permanece en silla de ruedas.
Seguidamente, habrá una exhibición de banderías a cargo de los estudiantes y las estudiantes del liceo Altagracia Amelia Ricart Calventi y la caminata hacia el cementerio de la avenida Independencia, a la tumba a Amelia.
Este año el Senado de la República tendrá una participación destacada e importante. En la ceremonia, una comisión del Comité Permanente 9 de Febrero de 1966 le entregará al presidente del Senado un proyecto de Ley para que se instituya el 9 de Febrero como “El Día de la Solidaridad Estudiantil”. El senador Reinaldo Pared Pérez se dirigirá a los presentes.
Las actividades continuarán en la tarde, en el salón Pedro Mir de la UASD, donde se hará un acto especial delicado a Amelia.
El Comité Permanente 9 de Febrero de 1966, invita a los estudiantes, sus organizaciones, los que estuvieron presentes el día del ametrallamiento y al pueblo a participar en la conmemoración del 45aniversario.