Así van las cosas por esta parte del mundo: los principales partidos del país “calientan los motores” (desde mucho antes) y se preparan para presentar a sus precandidatos presidenciales. En realidad, la sociedad dominicana no ha dejado de estar en constante campaña, en cuyos procesos internos se debilitan figuras ante los ojos de la opinión pública y se emplean cada vez más y más recursos…
Para el precandidato presidencial y presidente en licencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, los plazos y mandatos constitucionales deben ser cumplidos por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Esto, en relación con la organización política opuesta, pero, en lo interno, Maldonado asegura que la frase “vergüenza contra dinero” no significa que él tenga el dinero e Hipólito Mejía la vergüenza, pues augura contar con la mayoría de la gente y cree en el apoyo popular para su candidatura.
Según su criterio, el ex presidente Hipólito Mejía representa el pasado y la chercha. Sin embargo, tal y como comentan otros miembros de su partido, él mismo estuvo mucho tiempo ligado a dichas cherchas…
De todas maneras, Mejía considera que el proceso de crecimiento de su candidatura es imparable, aunque ha expresado su respaldo a las acciones que la Comisión Organizadora de la Convención tramite y recomiende: “como seguidor a raja tabla y creyente de que ellos están haciendo las cosas bien…”.
Del otro lado, en el PLD, aunque sus integrantes apuestan a la unidad y Danilo Mejía señala que se trata de la fuerza política
más importante en el país, debido a los años que ha conservado el poder, para nadie es un secreto que no se han satisfecho hasta la fecha las expectativas; que el oficialista partido transita por laberintos de incertidumbres y muchos se preguntan por qué no aparece su candidato presidencial definitivo.
Como un juego de ajedrez, se mueven las fichas. Uno de los precandidatos presidenciales por el PLD, el ministro de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, solicitó públicamente al presidente Fernández que si no va a aspirar otra vez a la presidencia, que “sea garante del proceso electoral interno y
permita que gane el mejor…”
Así van las cosas: Almeyda Rancier cita a Hipólito Mejía, al decir que: “el diálogo es la clave para el entendimiento ante los más graves conflictos”.
Las preguntas siguen siendo: ¿diálogos entre quiénes? ¿Cuánto deberá esperar la sociedad dominicana para tener certeza de su acontecer político y no vivir entre diatribas de los unos a los otros, desuniones e incertidumbres con su futuro?