En palabras de Hostos, estamos ligados por nuestro organismo corporal con la naturaleza de que es parte, y de ese vínculo natural entre todo y parte se derivan las relaciones de la moral natural.
¿Y qué vínculo hay entre le hombre y la naturaleza que sea más poderoso que nuestra relación con el agua? Ninguno, pero el movimiento reeleccionista no tiene la más mínima limitante cuando se trata de relacionar sus perversidades.
En la página 18 de Diario Libre, del pasado lunes 31 de enero, bajo el título de La CAASD no responde a la fuga, firmado por Omar Santana, se dice: “En la avenida Gustavo Mejía Ricart, entre las calles Luis Aparicio y Máximo Avilés Blonda, frente a la casa 142 en el Ensanche Julieta, existe una fuga de agua que se reportó el pasado10 de diciembre por primera vez y aún no ha sido reparada”.
El Director de la CAASD, Freddy Pérez, junto a Félix Bautista, es el líder del perverso movimiento reeleccionista, pasan todos los días por ese lugar, ven el agua correr, saben que al pueblo no les está llegando, pero no les importa porque están plenamente seguro de que mientras apoyen los degenerados deseos de Palacio no se le apagarán los anafes. Y si se les apagan, los prenden por otro lado.
Freddy Pérez, como si se trata de producir el último período glacial, se va a los programas de televisión para anunciarnos la sequía que nos azota, pero por el camino cierra los ojos para no ver el agua, que en vez de llegar al humano que la necesita, baña las sucias calles.
Se hace difícil establecer una clasificación sólida y sobria, precisa y efectiva de la maldad que actúa en el consciente de estos millonarios reeleccionistas, pero como poeta le digo que lo estoy viendo, que la estoy sintiendo, un marea moral, siempre idéntica a sí misma en necesidad de vida y de conciencia boschista, que se impondrá, le profetizo que se impondrá.