Ciudad del Vaticano.- El papa Benedicto XVI dijo hoy que es necesario que haya más tribunales eclesiásticos para poder garantizar que los procesos de nulidad matrimonial sean "más rápidos y seguros".
El Pontífice hizo estas afirmaciones ante los miembros de la Signatura Apostólica, el "Tribunal Supremo" del Vaticano, a los que dijo que "allí donde surjan legítimamente dudas sobre la validez de un matrimonio sacramental se debe verificar cuanto antes el fundamento".
"Pero es necesario asegurar, en el pleno respeto del derecho canónico, la presencia de tribunales eclesiásticos en el territorio para su correcta y rápida actividad. Es necesario que en cada diócesis haya un número suficiente de personas preparadas para que funciones los tribunales eclesiásticos", afirmó.
El Obispo de Roma agregó que además de estar radicados en el territorio, deben responder "a las justas exigencias de rapidez y de simplificación a la que los fieles tienen derecho en el tratamiento de sus causas.
Benedicto XVI dijo también que a la Signatura Apostólica compete asegurar ecuánimes soluciones para las controversias surgidas en los dicasterios vaticanos y que debe ser un lugar de "diálogo y restablecimiento de la comunión en la Iglesia".
"Aunque es verdad que la injusticia se afronta sobre todo con las armas espirituales de la plegaria, la caridad, el perdón y la penitencia, no se puede excluir en algunos casos la necesidad de afrontarla con los instrumentos procesales", subrayó el papa.
Esta ha sido la segunda vez en dos semanas que Benedicto XVI se ha referido a los procesos de nulidad de matrimonio, después de que el 22 de enero pidiera ante los jueces, oficiales y colaboradores del Tribunal de Rota -encargado de validar los matrimonios católicos- una mayor seriedad a la hora de autorizar bodas, así como a la hora de declarar nulos los matrimonios.
En esa ocasión, el Obispo de Roma se refirió a los cursos de preparación al matrimonio y exigió el "máximo cuidado" en la formación de los futuros esposos y en la "previa" verificación de sus convicciones sobre los "compromisos irrenunciables para la validez" del sacramento del matrimonio.
El Papa Ratzinger lamentó que el hecho de que muchas veces los cursos prematrimoniales, los exámenes de los novios, las publicaciones matrimoniales y los otros medios para las necesarias investigaciones son vistos como "simple formulismo".
También dijo que está difundida la mentalidad de que a la hora de admitir a las parejas al matrimonio por la Iglesia, los sacerdotes deben tener la manga ancha, "ya que está en juego el derecho natural de las personas a casarse".
Aseguró que "nadie puede creerse con derecho" a una ceremonia nupcial, ya que no se trata de una "pretensión" que deben satisfacer los sacerdotes "mediante un mero reconocimiento formal, independientemente del contenido efectivo de la unión".
El papa preció que el derecho a contraer matrimonio presupone que "se puede y se pretende" celebrarlo como enseña la Iglesia y subrayó que el "ius connubili", el derecho a casarse, "se refiere a celebrar un verdadero matrimonio". EFE