Las deformaciones graves del abdomen ahora se pueden resolver gracias a una tecnología novedosa, que permite reemplazar grandes porciones de la capa interna de tejido conectivo fibroso que separa y sostiene los órganos, llamada fascia.
Unas compañías fabrican este tejido a partir de especímenes humanos tomados de cadáver (aloinjerto), otras lo hacen con tejido de cerdo (xenoinjerto). Este suele ser muy uniforme y económico, no produce ningún problema de rechazo, en general funciona muy bien. Este tejido no es una malla, pues no es sintético; por el contrario, se trata de tejido biológico substituto para injerto, el cual el cuerpo reconoce como propio y no como cuerpo extraño. La razón por la cual no se usa tejido sintético en estas reconstrucciones es porque en pacientes donde ha habido infección, el tejido sintético tiene mayor riesgo de producir nuevas infecciones.
Una de las compañías fabricantes de este tejido substituto es Covidien, la cual describe su tejido de soporte en estos términos: “El implante biológico Permacol es un implante dermal de colágeno del cual las células, el ADN y ARN se extraen en un proceso delicado que no daña la matriz tridimensional de colágeno. La matriz acelular de colágeno resultante se entrecruza para aumentar su durabilidad en reparaciones complejas”. El fabricante agrega que este tejido Permacol es similar a la estructura de colágeno humana, permite crecimiento [de tejido] en su interior y neovascularización.
Otro de los fabricantes, Bard Davol, explica que su producto Xenmatrix es una matriz no entrecruzada y regenerativa de colágeno porcino para hernias y reparaciones de la pared abdominal, cuyos beneficios incluyen una estructura abierta de colágeno que promueve la remodelación y vascularización temprana de tejido; y mantiene su fortaleza a través del proceso inicial de curación, y provee la resistencia necesaria para reparar defectos grandes”.
Una tercera compañía fabricante, Life Cell, llama su producto Strattice y lo describe como una “Matriz de tejido reconstructivo, estéril, que permite la regeneración de tejido [natural]. Se deriva de la dermis del porcino y se somete a un proceso que, sin dañarla, remueve las células y reduce significativamente los componentes claves que se cree juegan un papel principal en la respuesta xenogénica de rechazo”.
Las deformaciones graves del abdomen pueden presentarse como consecuencia de trauma, por ejemplo heridas por disparos con arma de fuego o accidentes; como resultado de operaciones de cáncer o tumores benignos, en las que se hace necesario remover mucho tejido; o por causa de otras cirugías anteriores que se han complicado.
En ocasiones la reconstrucción hay que hacerla de emergencia. En algunas cirugías la inflamación de los órganos y tejidos internos es tanta que los cirujanos regulares no logran cerrar la incisión que han abierto, o ven que aunque cierren la incisión se va a abrir de nuevo, pues se necesitan maniobras especiales para mantenerla cerrada. En otras ocasiones, la reconstrucción se puede hacer años después de las lesiones originales, cuando, por ejemplo, se ha desarrollado una hernia ventral recurrente masiva, en la cual al no haber músculo que funcione como pared abdominal, el intestino se sale de su cavidad por completo y sólo lo sostiene la piel en el exterior del vientre.
“Vemos muchas situaciones complejas que no tienen una solución normal, así que tenemos que desarrollar métodos innovadores, que no tienen precedentes, soluciones que no se encuentran en los textos de medicina”, dice el Dr. Shashidhar Kusuma, cirujano plástico reconstructivo afiliado al Westside Regional Medical Center, en Plantation, Florida. “Cualquiera que sea la situación, la reconstrucción compleja del abdomen es ahora posible por medio de los nuevos tejidos que podemos injertar con mucho éxito”.
Para realizar una reconstrucción compleja de abdomen, lo que suele hacerse, si no es de emergencia, es preparar al paciente para que esté en óptimas condiciones físicas. Eso quiere decir, que si el paciente fuma, debe dejar de fumar; si está obeso, debe perder peso; si su presión arterial o diabetes están descontroladas, hay que controlarlas primero.
En los días previos a la operación, se pone al paciente en una dieta especial. El día antes de la intervención se prepara al paciente para que sus intestinos estén completamente vacíos. Esto como medida preventiva.
Al momento de la operación, un cirujano gástrico, o colorectal, se encarga de abrir y desprender las adherencias que pueda haber del intestino a los tejidos de soporte y al interior de la piel.
Luego el cirujano plástico reconstructivo interviene para elevar la piel del abdomen, asegurándose de que los vasos sanguíneos que la conectan al cuerpo sobrevivan. A continuación, se forra el vientre injertando el tejido substituto que ha sido preparado en laboratorio, el cual puede ser uno de los productos descritos al comienzo.
El siguiente paso en esta delicada operación es separar y mover una de las tres capas de los músculos laterales, para cubrir con ella el frente del abdomen. La capa de un lado se junta con la capa del otro lado, de manera similar a como cierra una puerta corrediza, y se suturan al frente. Esa capa de músculo se toma prestada para reemplazar la porción que hace falta en la parte central.
Por último, el cirujano plástico remueve la piel sobrante y cierra la incisión.
La reconstrucción del vientre devuelve al paciente los diferentes tejidos de soporte del sistema gastrointestinal, con excelentes resultados tanto a nivel funcional como cosmético. El cambio en la calidad de vida del paciente es significativa.
El también cirujano plástico Dr. David Alperstein enfatiza que no sólo la tecnología es lo que ahora hace posible estas reconstrucciones, sino el desarrollo de equipos humanos altamente especializados y perfectamente sincronizados para asumir estos desafíos. En este equipo multidisciplinario intervienen no sólo el cirujano colorectal, el cirujano plástico reconstructivo y en algunos casos el cirujano oncólogo o un cirujano ginecólogo, sino los médicos internistas, nutricionistas, terapeutas físicos, y todo un equipo de apoyo postoperatorio, para que los resultados de esta cirugía sean óptimos.