Número 4
Vale destacar que previo a la creación del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), la República Dominicana se embarcó en un proceso de reformas que se inició con lo que fue la reunificación de frecuencias, que no sólo permitió organizar la ubicación de los canales de VHF, o de Baja Frecuencia, sino que trajo consigo el otorgamiento de los canales de UHF, o Alta Frecuencia.
Para que se tenga una idea más precisa de ese proceso, los canales de Baja Frecuencia estaban comprendidos del 2 al 13, y en la mayoría de los casos existían repetidoras asignadas en las diferentes regiones del país, que transmitían sus señales a través de otras frecuencias y que en la ciudad capital, ostentaban otras emisoras, generando un caos en el espectro radio eléctrico.
Así era que, por ejemplo el televidente del Cibao, podía ver al canal 2 en el 13, el 11 en el 9, el 9 en el 2, el 4 en el 12 y el 7 en el 11, mientras que dado ese problema de mala distribución de frecuencias, el único medio que se encontraba limitado de transmitir sus señales a nivel nacional fue Telecentro, canal 13, cuya señal no pasaba del Distrito Nacional.
Esa desigualdad que existía en la distribución del Espectro Radioeléctrico nacional y las condiciones favorables que legal y políticamente amparaban a los propietarios de ese canal, impulsó el proceso de Reunificación de Frecuencias que finalmente permitió ordenar en base al otorgamiento de un número único la transmisión televisiva en el país.
Es así que en el año 1992, durante la gestión del Director General de Telecomunicaciones, Leopoldo Núñez Santos, se procede a realizar una readecuación del Espectro Radioeléctrico, que permitió que todos los canales de Baja Frecuencia transmitieran a nivel nacional en el numero que les fue asignado, como consecuencia de la Reunificación de Frecuencias, y que todavía ostentan a la fecha.
Ese proceso que terminó con el desorden existente en el Espectro Radioeléctrico, también permitió una expansión y mayor diversificación de la televisión dominicana, al instaurar la Televisión de Alta Frecuencia o UHF, lo que garantizó a la población de menores recursos económicos del país, acceder a una televisión más abierta y plural que la que existía antes de la Reunificación de Frecuencias.
Los televidentes de los barrios de la metrópolis, que no podían ver la televisión internacional por carecer de los recursos necesarios para pagar los servicios de telecable que disfrutaban los sectores más pudientes, comenzaron a ver las transmisiones de la Televisión Española, el canal Vasco y otros canales internacionales, a través de las señales abiertas de una gran cantidad de los UHF, que para llenar sus programaciones repetían esas señales internacionales.
Además, muchos de los propietarios de esos canales, comenzaron a suscribir acuerdos con embajadas como las de Japón, China, España etc, etc, las cuales colocaban documentales de gran relieve y contenido mostrando las potencialidades de esos países para ser difundidos en esos canales alternativos, cuyos costos eran más bajo que los de las Baja Frecuencia.
De ahí es que importantes comunicadores, empresarios y políticos se interesaron por conseguir las frecuencias de UHF otorgadas por la DGT, y fueron favorecidos hasta con más de una asignación, lo que también afectó la distribución de esas nuevas frecuencias, muchas de las cuales posteriormente fueron vendidas a terceros y otras no han sido utilizadas por múltiples razones.
No obstante ese proceso de Reunificación de Frecuencias, afectó a los propietarios de los canales de VHF, los cuales en su mayoría rechazaron ese proceso llevado a cabo por la DGT y que tuvieron que realizar cuantiosas sumas de dinero para readecuar sus televisoras al nuevo sistema de transmisión, sino que éstos también fueron favorecidos con el otorgamiento de los nuevos canales de UHF, ya que a cada concesionario se le entrego una frecuencia adicional para operar una nueva empresa de televisión.
Es así, que de las frecuencias del 15 al 69 que fueron otorgadas de manera alternada, dejando un espacio entre una y otra, es que también se le asignó un número de los canales de UHF a cada propietario de canales de VHF, lo que les permitió recuperar las inversiones que hicieron en la compra de los equipos que utilizaron en la readecuación de sus canales de televisión.
NOTA: No se pierda la próxima entrega, porque vamos a revelar los nombres y números de canales que fueron asignados como producto de la Reunificación de Frecuencias.
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