¡Menudo lío que se montó la semana pasada en Londres! Resulta que Catherine Zeta-Jones y su marido Michael Douglas volvían a su hotel, después de que a ella le hubiesen concedido el reconocimiento como Comandante de la Orden del Imperio Británico por su aportación al cine. Lo que pintaba como un apacible regreso, acabó en una tremenda pelea que empezó el ganador de un Oscar contra un reportero. ¿Había motivos? Claramente, sí.
El citado fotógrafo quería una instantánea de Zeta-Jones. Tanta ansia por conseguir su objetivo, hizo que golpeara accidentalmente a la actriz en la cara con su cámara. Este hecho desató la furia de Douglas, que se lanzó contra él como si fuera un animal.
Catherine previamente había recriminado al reportero su actitud. Y para defenderla contra estos malhechores tenía a su superhéroe particular que, en vez de solucionar los problemas con palabras, prefirió utilizar los puños.
Sin embargo, el fotógrafo se supo defender y pegó un puñetazo a Michael que le dejó a éste un ojo rojo. Vamos, que no faltaba mucho para que la policía pusiera un poco de paz entre ambas partes.
Afortunadamente, la refriega no tuvo peores consecuencias. La pareja parece que reflexionó y se separó de los paparazzi para no ver su imagen pública más empañada. Eso sí, seguramente en unos días veremos cómo hay demandas mutuas.