Nueva York.- La cotización del petróleo de Texas subió hoy el 2,74 % en la Bolsa Mercantil de Nueva York, en una jornada marcada por la inquietud provocada por las revueltas en los países árabes, y cerró a 99,63 dólares por barril, su precio más alto en alrededor de dos años y medio.
Mientras que en las últimas sesiones el precio del crudo se había contenido, este martes los contratos de futuros del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en abril registraron una marcada tendencia alcista y finalmente ganaron 2,66 dólares por barril (159 litros) respecto a la jornada anterior.
El barril de Texas volvió a quedar así a las puertas de cerrar por encima de los 100 dólares, un precio que llegó a sobrepasar durante alguna sesión de la semana pasada, pero al que no ha terminado desde septiembre de 2008.
El precio final de hoy -los 99,63 dólares- es precisamente el más alto al que los contratos más negociados de crudo logran cerrar desde el 30 de septiembre de 2008, cuando el barril acabó la sesión a 100,64 dólares.
En cuanto a la gasolina, sus contratos de futuros con entrega en abril, que desde hoy se toman como referencia, terminaron la jornada a 2,98 dólares por galón (3,78 litros), nueve centavos por encima del precio al que cerraron el lunes.
Los de gasóleo, también con entrega el próximo mes, ganaron igualmente nueve centavos a su precio precedente y terminaron a 3,02 dólares por galón.
Por contra, los contratos de gas natural para abril terminaron la sesión en el parqué neoyorquino a 3,87 dólares por cada mil pies cúbicos, 16 centavos menos que el lunes.
El decidido avance que experimentaban los precios del crudo y sus derivados coincidía en esta primera sesión de marzo con una nueva jornada de protestas en Libia y en otros países árabes.
Los analistas y operadores siguen de cerca la evolución de la crisis que se vive en Libia, donde el dictador Muamar el Gadafi se niega a abandonar el país pese a la presión de sus opositores y las sanciones internacionales, ya que cualquier situación de inestabilidad en el norte de África y Oriente Medio podría tener efectos sobre el suministro de crudo.