La Habana.- El juicio contra el estadounidense Alan Gross quedó hoy visto para sentencia en Cuba, cuya fiscalía pide 20 años de prisión para este contratista por participar en "un proyecto subversivo para intentar derrocar la revolución" con la creación de "redes clandestinas de info-comunicaciones"
El fallo judicial sobre el caso Gross se emitirá en los próximos días, según una nota oficial divulgada este sábado por la televisión cubana, en la que se ofrecieron detalles sobre el informe del ministerio fiscal y la declaración del contratista ante el tribunal.
Durante el juicio, que ha durado dos días, la fiscalía "aportó pruebas sobre la participación directa del acusado en la introducción y desarrollo en el país de un proyecto subversivo para intentar derrocar la revolución", señala el comunicado.
Ese proyecto "tenía como blancos esenciales el sector juvenil, centros universitarios culturales, religiosos, grupos femeninos y raciales".
"En la materialización de sus propósitos anti-cubanos pretendía emplear sofisticadas tecnologías para crear redes clandestinas de info-comunicaciones fuera del control de las autoridades cubanas para alimentar provocaciones contrarrevolucionarias", añade el informe.
En cuanto al testimonio de Gross durante el juicio, éste reconoció, según la versión cubana, que "fue utilizado, engañado" y puesto en peligro hasta llevarle a esta situación por la empresa para la que trabajaba cuando fue detenido, Development Alternatives (DAI), contratista de la agencia estadounidense para el desarrollo internacional USAID.
Para las autoridades cubanas, esta agencia desarrolla "programas de desestabilización política contra gobiernos que no son del agrado de la Casa Blanca en América Latina y muchas otras partes del mundo".
Durante el juicio celebrado en La Habana declararon diez testigos, nueve peritos, se presentaron 26 informes periciales, el expediente del instructor y las pruebas materiales y documentales de la fiscalía.
A la vista han asistido la esposa de Gross, Judy, abogados de la familia y representantes consulares de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA).
Alan Gross, de 61 años, fue arrestado en La Habana el 3 de diciembre por introducir en la isla equipos de comunicación satelitales, si bien las autoridades cubanas divulgaron los cargos contra él quince meses después.
En numerosas ocasiones, el Gobierno de Estados Unidos ha pedido su liberación incondicional, ha asegurado que lo que hizo no es delito y ha denunciado que su detención y su situación en Cuba son injustas.
El caso de este contratista ha avivado la tensión en el histórico enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos y además ha frenado las posibilidades de avance en la relación bilateral tras las señales de "deshielo" que se produjeron con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca.
Tras leer la nota oficial sobre el juicio de Gross, la televisión cubana anunció que el lunes ofrecerá un documental especial sobre las políticas "subversivas" de Estados Unidos contra Cuba.
Hace una semana, unos días antes del juicio contra Gross, ya se emitió otro programa especial contra la oposición interna cubana, con acusaciones sobre la "formación" de disidentes y periodistas independientes por parte de Estados Unidos y con testimonios de dos agentes de la seguridad cubana infiltrados durante años entre la disidencia. EFE