Entonces, ¿educación, verdad?

Cuando a principios de este año el general Juan Manuel Méndez García,  director del COE, así como otras personalidades del país abogaron por combatir los accidentes del tránsito con una mayor educación, a partir de la penosa pérdida de vidas de 74 personas durante el  Plan Operativo Unión Navideña 2010, cada quien volvió su mirada al dilatado gesto gubernamental, de otorgar de una vez y por todas el 4  por ciento que la educación demanda.

No puede omitirse ni por asomo la participaron de todas las instituciones que integraron el operativo, donde unas 20 mil 200 personas, 114 ambulancias, cuatro hospitales móviles y tres helicópteros, se ocuparon de llevar a cabo  una gran labor para evitar más fallecimientos y pérdidas humanas en esos días festivos, que superaron el pasado año, en el cual murieron 59 seres humanos.

Claro está que preservar vidas y reducir el número de accidentes no sólo puede responder a un operativo o período en el cual se movilizan tantas instituciones- como sucedió en los días navideños-.

Si se tiene en cuenta la parte más triste, que son las pérdidas humanas,  posteriormente podría analizarse cuánto hay que invertir en todas esas movilizaciones, además de habilitar 1,052 puestos de socorro, trasladar a esos más de 20 mil voluntarios, como se ha señalado, de los ministerios Administrativos de la Presidencia, de las Fuerzas Armadas, Dirección de Información y Prensa de la Presidencia, Plan Social de la Presidencia, Policía Nacional, AMET, POLITUR, Salud Pública, Obras Públicas, Despacho de la Primera Dama, INACIF, OMSA, PROMESE, Comedores Económicos, Cruz Roja y los Cuerpos de Bomberos.

En breve, la sociedad dominicana celebrará la Semana Santa, de asueto o de reflexiones, que paradójicamente  a lo que simboliza, cada año concluye con accidentes y muertes  que pueden ser evitadas.

Tras este cotejo, no resulta difícil comprender que: esfuerzos, recursos y capacidades reunidas para estas emergencias, resultarían mínimas si desde mucho antes en las escuelas y los hogares primara la educación, las enseñanzas y ese aprendizaje esencial de la disciplina que debemos conservar en las vías y en la observancia de las reglas del tránsito.

Nada, que sin educación no podemos ir más adelante, aunque queramos…

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