Un tribunal de la nación que se reserva el derecho de establecer una lista donde designa a otros países como "patrocinadores del terrorismo", ha declarado al terrorista internacional Luis Posada Carriles inocente de 11 cargos de perjurio, fraude y obstrucción de procedimiento, en un juicio ante jurado en El Paso, Texas, cuya decisión no se puede apelar.
Este jurado, integrado por siete mujeres y cinco hombres, emitió el veredicto en solo tres horas de deliberaciones previamente orientadas por la jueza Kathleen Cardone —nombrada por George W. Bush—, quien preside por segunda vez un proceso al término del cual Posada se va para su casa en Miami.
"Cada vez que el jurado tiene un caso no se puede predecir lo que decidirá, pero respetamos lo que decidan", dijo el fiscal federal Timothy Reardon, de la Sección Antiterrorista del Departamento de Justicia, enviado paradójicamente desde Washington mientras el Gobierno se niega a reconocer que Posada es un terrorista y a procesarlo como tal, de acuerdo con los convenios internacionales que ese país ha firmado.
Posada sigue reclamado, con 73 cargos de homicidio, por la justicia venezolana desde su aparición en Miami en 2005.
Al absolverlo, el jurado se negó a reconocer, a pesar de todas las pruebas y evidencias presentadas, su entrada ilegal a EE.UU. por el río Miami, a bordo del barco camaronero Santrina, y prefirió creer el cuento del "coyote" que elaboró.
Tampoco admite, implícitamente, su papel en los atentados con explosivos registrados en Cuba en 1997, que causaron la muerte al joven turista italiano Fabio di Celmo.
Colaborador de la policía batistiana, Posada fue reclutado por la CIA a su llegada a Estados Unidos e integrado a la Operación 40, diseñada para dirigir una masacre de partidarios de la Revolución al margen de la invasión de Playa Girón.
La CIA lo incorporó en mecanismos de represión tanto en Venezuela, donde dirigió las mortíferas operaciones de "limpieza" de la DISIP, como en El Salvador, Guatemala y Honduras, donde se le asignaron tareas similares.
Fue detenido en Venezuela como autor intelectual de la voladura del avión de Cubana en 1976 que mató a 73 personas, pero escapó de la cárcel con ayuda de la CIA para manejar la operación de tráfico de armas y drogas que se desarrolló desde la base aérea de Ilopango, en El Salvador.
En noviembre del 2000, Posada fue arrestado en Panamá a raíz de un complot para asesinar al líder cubano Fidel Castro durante la Cumbre Iberoamericana, y fue condenado a ocho años de cárcel por terrorismo. Salió de la cárcel en 2004, indultado por la presidenta mafiosa Mireya Moscoso, presionada por la cúpula terrorista cubanoamericana y sus protectores, desde Washington y Miami.