Árboles de Nin y roble, de los que adornan y regulan las altas temperaturas en las calles del sector Gazcue del Distrito nacional, han sido secados, aparentemente por propietarios de negocios que buscan ampliar sus espacios y facilitar el aparcamiento de vehículos.
Los legendarios árboles han sido picados en sus troncos, retirándole por completo la masa vegetal que le da vida, razón por la cual sus troncos y ramas ya se han consumido.
Gazcue es uno de los sectores más arborizados de la capital, condición que lo hace uno de los más atractivos de la metrópoli, pero el salvajismo contra sus antiguas plantaciones ha empezado a menoscabar sus encantos.
Los puntos más afectados por el ataque de los inescrupulosos se observa a todo lo largo la calle Rosa Duarte y la Pastel, donde se verifica la muerte de varios troncos de Nin y Roble.
Una mata de Nin fue secada en la calle Pastel con Lea de Castro, justo en la acera que da acceso al Centro de Terapia Jorge y otra edificación, donde funciona una barbería y un centro de belleza.
Otro árbol de este tipo fue cercenado en la calle Rosa Duarte con Caonabo, precisamente en la acera que conduce al Centro Roche Diagnósticos.
Mientras que en la esquina de la calle Rosa Duarte con César Nicolás Penson, languidecen tres robres, a los cuales les picaron el tronco y al parecer le rociaron algún producto químico para aniquilarlos.
La arboleda de la calle César Nicolás Penson, la Rosa Duarte y otras vías del sector, están crudamente lastimadas, tanto por el paso del tiempo como por las desproporcionadas podas que con frecuencia practican obreros de la Compañía Distribuidora de Electricidad, responsable de la zona.
A esa situación se une un notable deterioro de las calles, la destrucción de las aceras y contenes, así como acumulación de aguas negras en algunos puntos.
