Las domésticas desconocen sus derechos

No tienen acceso a la Seguridad Social, no todas reciben el salario 13 ni vacaciones, algunas están libres cada 15 días  y lo peor es que muchas ignoran los beneficios a los que tienen derechos.

Una limitante que confrontan las casi 500 mil trabajadoras domésticas es la poca información que reciben sobre las ventajas que les ofrece su empleo. Pocas veces lo discute con su empleador.

El bajo nivel educativo, de común fruto de la pobreza, es uno de los principales escollos que les impide conocer sus derechos y pelearlos.

El Código de Trabajo establece que  aunque no tienen derecho al auxilio de cesantía, sí  lo tienen a dos semanas de vacaciones por año y al salario de Navidad.

Además, explica que ese trabajo no se sujeta a ningún horario pero que los que lo ejercen deben tener un descanso diario ininterrumpido de nueve horas por lo menos y un descanso semanal de 36 horas sin interrupción, esto es un día y medio. En la práctica se les concede 24 horas.

Se define como trabajadores domésticos a “aquéllos que se dedican de modo exclusivo y en forma habitual y continua a labores de cocina, aseo, asistencia y demás, propias de un hogar, que no importen lucro para el empleador “.

Una concepción más amplia es la que establece que  trabajador doméstico, empleado del hogar, criado, sirviente, servicio o servicio doméstico es el asalariado que trabaja en tareas domésticas y que  en ocasiones vive en la casa del empleador.

Los trabajadores domésticos no reciben  pago de días feriados,  preaviso ni a auxilio de cesantía, una parte del Código de Trabajo que la abogada laboral Claudia Mena considera debe revisarse.

En cuanto a su inserción en la Seguridad Social, el ministro de Trabajo y presidente del Consejo Nacional de la Seguridad Social,  Max Puig, cree que es hora de que se reconozca  el derecho de los que se desempeñan en esas tareas, en cerca del 90% de los casos mujeres.

Expresa que deben entrar al régimen contributivo las alrededor de 480 mil trabajadoras y los 20 mil hombres que realizan el oficio y claro está, sus dependientes.

Mientras eso sucede, esos servidores deben hacer malabares para preservar su salud y la de sus hijos.

“Se dan situaciones en las que deben tomar quincenas por adelantado, eso solo cuando existe cierta consideración y confianza con sus empleadores, en otros casos deben recurrir al prestamista para comprar medicamentos”, explica Claudia Mena.

El salario ronda entre los RD$1, 500 y los RD$10, 000, dependerá de las labores que se realicen y del lugar donde se ofrezca el servicio.

Hay pueblos, como los del sur profundo, donde no se llegará a ganar más de RD$2, 500 para hacer todos los oficios de una casa. Así las cosas más que vivir con ese sueldo, se sobrevive ante una aplastante pobreza.

www.mipais.com.do

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