Si se trata de discriminación, inequidad, omisión y violencia hay que visibilizar la presencia femenina, sin distinción de razas, edades, credo o procedencia, como demuestran estas tristes noticias de abril.
La primera, sobre el lamentable ascenso del delito de trata de personas a nivel nacional en México, donde mujeres y niñas, constituyen las principales víctimas.
México DF, (CIMAC).- En poco más de dos años, se registraron 34 casos de trata de personas, de los cuales 33 correspondieron al delito de trata de mujeres, niñas y adolescentes con fines de explotación sexual, y sólo uno de los casos, fue de explotación infantil con fines laborales, el Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local sostiene que este delito afecta a mujeres y niñas de manera alarmante.
Segunda noticia. México, DF, (CIMAC/Cerigua). Se han reportado avances en derechos básicos como la educación, la salud o la protección ante la violencia y el abuso, pero la población rural e indígena sigue siendo la más relegada, así lo afirma Iván Yerovi, representante adjunto del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, en Guatemala.
Según este especialista existen avances en estos derechos básicos, pero la población rural e indígena sigue siendo la más relegada y señala y especifica que: Las niñas, los niños y adolescentes de Centroamérica requieren de un aumento en la calidad educativa, lo que pasa por mejorar las capacidades del magisterio y tener mejor infraestructura.
Y las palabras alcanzan matices aterradores cuando omiten ciertas realidades en la tercera noticia.
México, DF, (CIMAC).- Organizaciones de mujeres denunciaron que la violencia contra la población femenina continúa en los Campamentos de desplazados en Haití. Entre enero y marzo de este año, se registraron 94 ataques sexuales en 22 refugios como denunció Eramithe Delva, directora de la organización Komisyon Fanm Viktim, quien recordó que en 2010, se registraron 465 casos de violaciones sexuales de los cuales sólo 13 fueron juzgados y sentenciados.
Los datos son aportados por el informe “Post-trauma, Las mujeres padecen y hablan claro sobre la violencia sexual en los campamentos de Haití”, elaborado y aprobado por Amnistía Internacional en 2010. Aportan evidencias que señalan a las niñas y mujeres golpeadas, así como quienes son víctimas de violaciones tumultuarias. Se detallan elementos referidos a las condiciones sanitarias y de atención médica en los campamentos con pésimas condiciones, donde niñas entre 12 y 13 años de edad y las mujeres, tienen que bañarse en público o caminar largas distancias de noche hasta los baños compartidos lo que incrementa la peligrosidad y falta de seguridad individual.
Todo el mundo conoce que, como consecuencia del sismo fueron instalados alrededor de dos mil campamentos de desplazados en todo el país caribeño; en ellos habitan aún entre uno y dos millones de haitianos y haitianas. El informe denuncia: “La privacidad no existe, tampoco la iluminación o algún tipo de barreras que frenen a los violadores”.
Vale detenerse un minuto para pensar en otras mujeres ocultas en las noticias que reportan enfrentamientos en Libia, Egipto, Yemen, Siria y demás países involucrados en guerras y conflictos populares.
Sigue en vigor el viejo discurso excluyente, referido sólo refugiados, desplazados y hasta de muertos. Ellas, continúan omitidas, las mujeres, silenciosas víctimas del sismo, guerras, ignorancia y de los impunes violadores, acusados solamente, en los detallados informes de la Comisión de Derechos Humanos, de la ONU o en estas tristes noticias de abril.
*Maestra en Ciencias de la Comunicación.
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