Antigua y Barbuda.- “Hay un declive en el crucerismo de verano en el Caribe”, alertó recientemente el presidente de la asociación local de cruceros (Antigua and Barbuda Cruise Tourism Association, ABCTA), Nathan Dundas, quien atribuyó esa tendencia “a la autocomplacencia, la falta de inversión nacional y la creciente competencia”, y advirtió que la región debe actuar con urgencia para revertir el fenómeno.
Según el diario The Antigua Observer, Dundas dijo que “debería ser claramente entendido que las líneas de cruceros están en el negocio de hacer dinero y no pueden ser culpadas por elegir los destinos que más les benefician, aquellos destinos que más solicitan sus pasajeros y donde los recursos del mercado indican que pueden tener mayores ganancias”.
La mayoría de las islas caribeñas están viendo “números decentes” en los meses de invierno, de noviembre a abril, pero “el problema ocurre en los meses de mayo a octubre. Las líneas de cruceros no se sientan ociosamente, esperando por conseguir pasajeros que vengan al Caribe, sino que más bien están reposicionando sus naves en áreas que reporten mayores ingresos”, señaló el directivo.
El presidente de la ABCTA ejemplificó con el caso de Antigua y Barbuda, que ha tenido una caída desde 12 a 15 escalas de barcos de cruceros durante los meses de verano en la década de 1990 a sólo tres previstas para todo el verano de 2011”.
En los ´90 “el Caribe era visto como el único destino de cruceros en todo el año. Sacamos provecho de ello, de una tendencia que colocaba a la playa, arena y sol como marcas exitosas en la publicidad”. Sin embargo, “nos confiamos en que se mantendría así y cuando la realidad económica del mundo comenzó a cambiar no hallamos el modo de actualizar y mantener nuestro nicho de mercado y expandirnos”, consideró.