Número 14
A raíz de los efectos causados por el paso del ciclón David y la tormenta Federico en 1979, por el territorio nacional, gran parte de las redes de las telecomunicaciones resultaron sensiblemente dañadas y el gobierno dominicano se vio en la obligación de destinar unos US$ 25.00 millones de dólares para su restablecimiento.
En ese momento, el presidente Antonio Guzmán Fernández no sólo dispuso el reemplazamiento de las redes afectadas, sino que para el año de 1980, autorizó la adquisición de miles de nuevos aparatos telefónicos, que para el momento fueron considerados como los más avanzados de las tecnologías de las Telecomunicaciones en América Latina.
Estos teléfonos de fuerte resistencia y teclados vigorosos que fueron adquiridos en el Japón, producto de la inversión realizada por el gobierno de Guzmán Fernández, fueron instalados en los municipios cabeceras de las diferentes provincias del país, pero algunos no fueron ubicados en los lugares adecuados que les permitieran prolongar su vida útil, por lo que se deterioraron muy temprano y fueron arrumbados, mientras que otros fueron apilados y se corría el riesgo de que el Estado dominicano perdiera esa inversión.
Fue así que en 1983, durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco, cuando el recién nombrado director General de Telecomunicaciones, DGT, Miguel Peguero Calzada, invita al Presidente de la República a realizar un recorrido por las principales estaciones de la institución, en la región sur del país, encontrándose con que muy pocos teléfonos de los adquiridos en la anterior administración estaban en servicio, a pesar de haber sido una tecnología de reciente adquisición.
Sorprendido con lo visto por él durante el recorrido, el presidente Jorge Blanco autoriza al director de la DGT, a ponerse en contacto con las autoridades del Japón para continuar con el ambicioso proyecto, y es así como el gobierno Nipón dispone el envió de una misión de técnicos del más alto nivel para que colabore con las autoridades dominicanas en la expansión de la red rural de Telecomunicaciones.
Además del envió de sus técnicos, el gobierno del Japón, a manera de colaboración dispuso la entrega de US$ 23.00 millones de dólares adicionales en equipos de su tecnología de punta para reforzar el sistema de Telecomunicaciones que en 1980, le había adquirido el gobierno dominicano.
De esa manera la DGT es dotada de un avanzado sistema de monitoreo, repetidoras y una poderosa central telefónica, que le permitió mantener sus servicios y controlar las operaciones de las emisoras ilegales que surgían en el país hasta que fue creado el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, INDOTEL.
A partir de esa primera experiencia, el gobierno del Japón continuó desarrollando otros proyectos con el gobierno dominicano, que abarcaron otras áreas de desarrollo nacional como la agricultura, la investigación, entre otras etc. etc.
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