Este es el gran día. Cuando el reloj marque las 9:00 de la noche subirá el telón en la ciudad de Miami, Florida, e iniciará una serie pronostica da como muy emocionante, pero sobre todo no lo dejará de ser para: Dirk Nowitzki y Jason Terry; los únicos dos jugadores de Dallas que quedan de aquel equipo que fue derrotado por el conjunto de la Ciudad del Sol en la Final del 2006.
Lo importante de esta serie es que Dallas busca quitarse ese sabor amargo del 2006, mientras LeBron Jame, anda detrás de su primer anillo de campeón.
Ambos dirigentes ya tienes sus planos elaborados a la espera de que sus jugadores puedan dar lo mejor de sí dentro de la cancha, más aun que esta sería una serie que busca romper con todos los parámetros.
No obstante, desde 1985, para evitar el hecho de que las cientos de personas de la prensa y el personal que trabaja para la serie final del campeonato tenga que viajar y atravesar el país, la NBA ha utilizado el formato 2-3-2 para las finales, siendo el conjunto con la mejor marca en la temporada regular el que oficie de local en los juegos 1, 2, 6 y 7.
Es bueno saber, que en los 26 años del formato de 2-3-2 en las finales, 15 equipos que han disputado tres choques en casa han ganado al menos dos de esos encuentros. Pero solamente dos han ganado los tres juegos: los Detroit Pistons del 2004 y los Heat del 2006. Son las únicas siembras bajas en ganar las finales en los últimos 12 años.