Afirma Danny Rivera en entrevista exclusiva a DominicanosHoy.com.
“Enamorado de la paz”, como en aquella ocasión en que pasó a ser un número más durante su encarcelamiento en la cárcel federal en Guaynabo, Puerto Rico, en el año 2001, o en su búsqueda continua de esa “Vejestud” que le conduce por la juventud de su vejez eterna (parafraseo), el “amante cantor de Borinquén”, “voz nacional de Puerto Rico”, como también se le conoce a Danny Rivera, disuelve en sonrisas el cansancio de tantas horas sin descanso y, antes de regresar a su tierra natal, accede amable y profundo a conversar para quienes desde estas páginas siguen ávidos sus múltiples actividades a todo lo largo y ancho de este mundo, por el cual anda “como un joven jinete que cabalga a pelo, sin montura” (1)
“¿…y si no hay otra vida? (2)
Inmerso en decenas de obras espíritu-sociales, como el mismo las denomina, el cantante, poeta, músico e intérprete afirma que en muchas ocasiones ha tenido que enfrentarse, a donde quiera que ha ido, a situaciones en las cuales: “Afortunadamente, he tenido que ser puente y enlace y en la medida en que he visto que eso se me ha presentado desde muy joven, me he dicho a mí mismo que significa algo y entonces he decidido canalizar estas energías por un orden organizativo, de tal forma que con menos pueda hacer más y con más energías seguir creciendo”.
-¿Y, entonces, cómo se define a sí mismo?
“Un ser humano que constantemente vive absorbiendo todo lo que ve, escucha, siente y palpa de la vida. Alguien que puede ir poco a poco devolviendo ese aprendizaje que cada quien puede hacerlo de la manera que crea. En mi caso es mediante la canción, la poesía; esa es la manera en que trato de devolver ciertas experiencias. A la vez esto me descarga de las tensiones y al mismo tiempo me hace crecer, me da paz y me hace sentir completo.
“Contar lo que he visto por los países que he visitado. Esto me apasiona mucho. Soy alguien que aprende, le gusta vivir y experimentar…”.
-¿Cuáles temas prefiere interpretar?
“No, no sé, no hay una en particular. Cada canción representa una historia a la que hay que entregarse total y absolutamente, porque si no la cuentas como es pierde su esencia. Por ejemplo, Tu pueblo es mi pueblo es poderosa, porque represento a mi gente; ciertas canciones románticas tienen mucho poder también. En el caso de las folclóricas, con todo lo que integran en lo puro de cada nación, resulta una experiencia maravillosa. Me apasiona cantarlas todas”.
-¿Retroalimentación?
“En verdad, vivir el crecimiento y la posibilidad de evolucionar es una oportunidad idónea, única. Más aún si resulta una entrega que provee alimento espiritual, social y político. De esta manera uno crece y acumula pensamientos y conocimientos que no necesariamente significa que sabes muchas cosas, sino que te invitan a trabajar.
“El Arte me ha servido para vivir por encima de lo que no comprendo. El Arte me ha servido de instrumento de liberación. Por tanto, puedo decir que, en mi caso, no es la verdad la que me hace libre, sino el Arte”. (3)
Comentar acerca de las muchas obras en las que se halla inmerso Danny Rivera resulta pausa elemental de momento…
“Son tantas cosas”….Se queda pensativo y explota en frases que estallan fuerte: “Llevo cuarenta años compartiendo con seres humanos. Aprendí lo que es darse al servicio de los demás, pues me he dedicado a eso. Ejemplos: en comunidades aisladas, en proyectos de auto gestión de agricultura orgánica, en la salud, en la protección de niños maltratados. En estos momentos está hecho un YouTube sobre la niña Isabel. Se trata de un tema que salió a relucir tras una reunión con Amnistía Internacional y se pensó en una canción mía basada en la situación de los menores en América y el mundo. Me gustaría que pudieran verlo. La niñez es una fuente con la que me he vinculado siempre, la más vulnerable. Tenemos que trabajar siempre en esto”.
Entre otras acciones que desarrolla, se hallan la Cátedra Internacional de Artes Plásticas y Música y la Editorial Makarios, que lleva 18 años de creada. Actualmente, Danny Rivera preside junto al artista plástico puertorriqueño Pablo Marcano la Fundación Arte para la Paz, que se ha convertido en una fuente especial para ofrecer becas a estudiantes de Centro y América Latina.
-¿En qué momento se haya Makarios?
“En el momento de una apertura hacia un mercado internacional, porque siempre ha estado con bajo perfil. Nacimos como una editorial que no pretende hacerse rica, ni ganar dinero, ni hacerse famosa, más bien para brindar un servicio. Eso hacemos y es lo primordial.
“Esta es la segunda ocasión que participamos en la Feria del Libro, aquí, en Santo Domingo. La primera vez ganamos varios premios. Ahora incursionamos con la publicación de la novela de Cheo Zorrilla: Relato de una gloria gris y varios títulos más. Nos dimos cuenta que tenemos que darle duro a otro perfil, sin llegar a convertirnos en grandes editoriales, pero queremos organizarnos para participar en otros eventos literarios y darnos a conocer, aunque sea por Internet, con esta inquietud espíritu- social a través de las artes, la literatura. Makarios es una guerrilla intelectual, que quiero que exista para trabajar la literatura”.
-¿Quiénes publican en ella?
“Los autores que publican aquí son personas amigas y desconocidas que se me acercan para cumplir ese sueño que no han tenido la oportunidad de realizar por falta de recursos. Yo tampoco los tengo, pero busco la manera de que puedan dar ese primer paso”.
Una vez más se torna enemigo el tiempo en esta conversación con el incomparable intérprete de Madrigal, Alfonsina y el mar y tantas decenas de canciones que en su voz resultan únicas e inolvidables. La similitud y diferencias entre nuestros pueblos, por ejemplo, la resume Danny Rivera como: “esa cultura afro antillana e hispánica: una familia del mismo vientre, hermanados con la geografía y la historia y al mismo tiempo con esa diferencia que hace la riqueza hermosa de la diversidad”.
-Biekes es un capítulo, no sólo de Puerto Rico, sino de América y del mundo. Usted fue voz nacional de este episodio ¿Mantiene esa rebeldía?
“Trabajamos porque ese estado de conciencia no se nos malogre, no se debilite y pueda terminar con el propio ego de uno…”.
-Pero, usted domina bastante su ego.
“Tengo que hacerlo y últimamente más…”.
-Llegar con su arte a tantas personas le distingue ¿Se considera un elegido?
“Elegidos somos todos. Las circunstancias de la ciencia de vivir nos escogieron para existir en esta cosa tan insólita y maravillosa que se llama vida. Pero, en esa belleza de habernos escogido tenemos que identificar la obra que debe hacer cada cual, por cada quién y por nosotros mismos”.
-Ahí es donde está la esencia…
“Ahí está… Claro que hay algunos más escogidos que otros, pero igual somos respetables todos”.
Era el Día de las Madres en República Dominicana cuando sostuve este encuentro con Danny Rivera. Su mamá, Sabina Méndez, salió a relucir en el concepto “delicado, fino y bello” del hijo, que la recuerda analfabeta, pero con una memoria extraordinaria. “De ella aprendí la vocación de servicio por los demás. En el barrio que vivíamos escuchaba los problemas de las gentes, atendía y ungía con aceite a los enfermos. Fue, sin embargo, un momento muy tormentoso: ella evangélica dogmática y yo con ideas revolucionarias. Teníamos opiniones encontradas, pero de mis padres mamé la enseñanza del servicio a los demás, de la solidaridad humana”.
-Usted presentó en la recién concluida Feria su libro Vejestud…
“Si, uní una cosa y otra: arrugué con la palabra y di actividad de conciencia a lo más elevado, que es la vejez, que debe ser gran alegría, regocijo, potencialidad, Se trata de cambiar el discurso y desaprender lo que nos enseñaron. Según el poeta Rubén Darío la juventud es divino tesoro, entonces, ¿por qué no puede ser la vejez un divino tesoro?”.
“La vejez está llena de juventud…Vivimos la vida de por sí, vivos por siempre…” (4)
-¿Sueños?
“Son tantos que ni se…Quiero hacer cosas y que los sueños sean el asiento”.
-¿Cree en la utopía?
“Sí, claro”.
-Pero, ¿como vía para realizar sueños, o…?
“Somos la utopía y la no utopía a la vez. Creo que el mundo en que vivimos está lleno de ellas y que la realizamos una a una de acuerdo a como caminamos. Pero, no tiene que ser la utopía en general…Tal vez son trozos que se van cumpliendo. Para vivir algo nuevo y ser felices hay que contar con la utopía”.
-¿Considera que han existido cambios positivos en la humanidad?
“Lo que hace muchos cientos de años pasó, se repite. El ser humano ha desarrollado una utopía maravillosa y sigue haciendo guerras. Hay una dicotomía constante que quizás sea la forma de crecer. Pero, hay adelantos y que una persona tenga esa capacidad para amar y darse sin egoísmos, es muy alentador”.
-Finalmente, ¿ve posibilidades reales para el pueblo haitiano?
“Para que Haití pueda convertirse en lo que todos queremos, tiene primero que existir un acto de conciencia individual de cada ser humano: del europeo, el francés, el latinoamericano, el norteamericano. Pero, un acto de conciencia de personas, no de instituciones. Si esto no sucede, todo seguirá igual, porque la crisis no es de los países, ni de los haitianos, es de una conciencia humana bastante deteriorada, que no quiere cambiar paradigmas, ni encontrarse con una verdad terrible y dura, que hay que aceptar”.
-Pero, ¿vislumbra alguna luz…?
“Que existan personas que quieran ayudar y hacer allí obras es ya un adelanto. Se hace, no se hace, pero al menos se están dando pasos…La máquina está caminando ¿Cómo logramos que todos mantengan esa búsqueda para llegar a un producto macro armonioso? Tal vez lo que necesitamos es que cada quien, en lo individual, haga lo que puede y dejémoslo ahí…Lo que sigue se verá después”.
Nota al lector, las frases numeradas: 1, 2, 3,4 pertenecen al libro Vejestud de Danny Rivera.
«Llevo cuarenta años compartiendo con seres humanos»
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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