El profesor Genove Gneco, director de la Unidad de Investigación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), integra en su personalidad la fortaleza de quien ha desarrollado esos preceptos éticos, que enriquecen el quehacer social y, en las aulas, como es su caso, educan a las futuras generaciones.
Dominicanoshoy pudo contar con el valioso testimonio de este catedrático, cuyo criterio certifica una realidad que duele: “Realizamos una investigación que abarcó a todas las universidades y con la revisión de más de 25 mil tesis; esta indagación dio como resultado que el 80% de ellas han sido total o parcialmente plagiadas. O sea, si vemos en las calles a diez profesionales, ocho de ellos son graduados con tesis copiadas.”
Gneco aseguró que en la Universidad Autónoma de Santo Domingo se realizan los controles para evitar que hoy en día eso ocurra; sin embargo, el problema continúa: “El negocio del plagio mueve más de 500 millones en todas las universidades en materia de compra y ventas de tesis de grado.
“Este no es un negocio improvisado, existen profesionales dedicados a realizar los trabajos de tesis a los alumnos. Lo peor es que en todas las universidades hay complicidad de profesores y algunas autoridades”.
-¿Cuáles medidas ha adoptado la UASD?
“Entre nuestras medidas está el proceso de auto detención del plagio, donde los pasantes, con tecnología que la universidad les facilita, identifican y corrigen el fraude. Luego, nos envían las tesis y nosotros comprobamos que no hay violación alguna. Frente a esta ofensiva, ahora el negocio es cobrar entre 5 mil y 4 mil pesos por quitar o falsificar los reportes que indican que la tesis no incurre en este delito”.
– ¿ Cuántos profesores pueden estar implicados en esto?
“En la UASD, entre un 20 y 15 por ciento de los maestros están relacionados con las asesorías o con el ocultamiento de esta actitud que lesiona el conocimiento y la investigación. Quiero hacer hincapié en el hecho de que otras universidades no están haciendo nada; pero, como los estudiantes están pagando créditos altos, no van a querer que les molesten a sus clientes. Es decir, si no hubiera una complicidad por parte de las autoridades esta situación no existiría”.
El director de la Unidad de Investigación de la UASD cuestiona la irresponsabilidad de las universidades privadas, las cuales-asegura-, no han querido abordar el problema con la profundidad de la Primada de América: “El plagio no es una causa, si no un efecto del fracaso del sistema educativo. Esta situación es una muestra del fiasco total en ese sentido; pero este fenómeno es mundial: en Alemania, el ministro de Defensa fue destituido de su cargo y su tesis de grado y título les fueron cancelados. En cambio, en nuestro país esto ha pasado con funcionarios que han plagiado y no se hace nada”.
-¿Por qué cree que se genera este problema?
“Lo que está pasando es que asistimos a escuelas del siglo XIX, frente a estudiantes del siglo XXI. Esa falta de acompañamiento de profesores, frente al impacto de la tecnología, es un factor que ha contribuido a esta situación. Si la formación de esos docentes es deficiente, obviamente tenemos ahí uno de los elementos que provoca esta problemática. La inversión pública que se realiza en educación en la mayoría de nuestros países, se basa en llevar linealmente al estudiante a un título, pero esto no es garantía de un puesto de trabajo en el siglo XXI. Y es que gran parte del problema es la poca inversión que realiza el Estado en investigación.
“La mayor parte de las universidades han empezado a convertirse en funcionalistas y han abandonado la investigación; no se preocupan por formar profesionales con la habilidad de crear conocimientos”.
-¿Entonces, como ve usted a la sociedad dominicana?
“Nuestra sociedad está dando muestras de un fracaso total de valores. El plagio no se ve solo en las tesis. Durante 10 años una empresa dominicana estuvo engañando al público, cuando en un envase de 14 onzas, decía que tenía 16 onzas. Gracias a las denuncias, este fraude fue corregido. Así ha pasado con muchos productos, hasta computar un total de 80 mil millones de pesos robados a los consumidores y al pueblo dominicano, al venderles productos empacados con menos peso que el indicado en la etiqueta.
“Debemos predicar con el ejemplo. Si el Ministerio de Educación plagia las Pruebas Nacionales de matemáticas de octavo grado, ¿qué podemos esperar de los estudiantes cuando deciden comprar los exámenes?: si el ministro de Economía y Desarrollo apareció en Internet con su tesis plagiada; un senador, cuyo discurso fue tomado de un organismo colombiano; y ¿qué diríamos de un ingeniero que hace una tesis de grado correspondiente al organismo que dirige, la Oficina Supervisora de Obras Públicas, sin validez alguna, además de estar también plagiada? Es decir, que si las personas que dirigen la nación tienen esos comportamientos, ¿qué podemos esperar de los alumnos?”.
– A pesar de todo, ¿puede existir un futuro mejor para el país?
“He visto la actitud de los alumnos cuando han pasado por este proceso de chequeo anti plagio y demuestran mayor autoestima. Pero, no creo que esto contribuya a evitar la falta de preparación. Lo que se necesita es mayor voluntad política y que se apliquen las sanciones. El primer título que debieran cancelar, es el de Félix Bautista.
“Finalmente, debo darles la primicia de que continuaremos edificando al país sobre problemas cruciales, que tienen como punto de partida el efecto negativo frente a la comunidad. Por ejemplo, estoy terminando un estudio sobre la estafa bancaria a los consumidores en materia de la tasa de interés y tarjetas de crédito, el cual será presentado al público y también revelaremos las auditorías que nunca se publicaron sobre las generadoras de electricidad”.
Recuadro I
Presentar una obra ajena como propia, es una infracción al derecho de autor, llamado plagio; susceptible de sanciones, que van de seis meses a dos años de cárcel o multa de 50 a mil salarios mínimos.
