El doctor Arturo Martínez Moya, presidente de la Comisión Económica del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), afirmó que la corrupción y el despilfarro del gobierno son las causas de la presencia en el país del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El dirigente opositor acusó al Poder Ejecutivo de haber incumplido todos los acuerdos firmados con el organismo crediticio internacional y al ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás, por mentirle al país cuando afirma lo contrario.
El economista afirmó que el gobierno ha ejecutado dos Acuerdos Stand-By con el FMI, el primero firmado en enero del 2005, programado por 28 meses y que por los recurrentes incumplimientos en las metas fiscales y subsidios generalizados al sector eléctrico, hubo que extenderlo por seis meses.
Enfatizó que en ese primer acuerdo, la administración del presidente Leonel Fernández pidió 11 dispensas y luego, en octubre del 2009, firmó el segundo, el que está vigente y también lleva 10 excusas solicitadas por el gobierno dominicano.
Martínez Moya dijo que la realidad manejada por los organismos internacionales es que la corrupción en República Dominicana es la mayor de América Latina, como lo señala la Dirección de Gobernabilidad del Instituto del Banco Mundial, dirigida por Daniel Kaufmann, la cual estima en 3.3 por ciento del PIB la malversación media en países ricos y en desarrollo.
Indica, además, que el Foro Económico Mundial, en su reporte 2010-2011, refleja que el gobierno del PLD es el más despilfarrador del gasto público en el mundo, superado sólo por Mongolia: “Y tiene mucha razón”.
El presidente de la Comisión Económica del PRD dijo que la corrupción en el gobierno peledeísta se ha llevado 540 mil millones de pesos, desde el 2005 y hasta el 2010, superando los países desarrollados y la de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Jamaica, México, Panamá, Perú y Uruguay.
“Impuestos pagados por el pueblo que debieron ser empleados para construir viviendas económicas, aulas escolares, acueductos múltiples, etc., pero fueron a parar a los bolsillos de los funcionarios peledeístas”, concluyó Martínez Moya.