Los efectos de la tormenta tropical Emily siguen afectando al territorio nacional las próximas horas, según la Oficina Nacional de Meteorología, con los efectos asociados a este ciclón tropical, como son los vientos fuertes, lluvias intensas y marejadas, entre otras consecuencias.
De manera que quienes viven en Peravia, Azua, Barahona, Pedernales, Independencia, Bahoruco, Dajabón, Elías Piña y San Juan de la Maguana, pueden sentir ráfagas de vientos y la ocurrencia de aguaceros fuertes. También el resto del territorio nacional estará afectado por las condiciones de este mal tiempo.
Ni hablar de lo que significan las lluvias asociadas a Emily, que pueden originar deslizamientos de tierra e inundaciones. Mejor no mencionar las basuras que permanecen en las calles de cualquier sector, los desagües tupidos, los filtrantes insuficientes…
Podrá hablarse de suerte, milagro divino, o cualquier otra manera de definir la realidad, porque si la memoria retrotrae las imágenes de viviendas, instalaciones turísticas y cosechas enteras arrasadas por anteriores tormentas, realmente podemos decir, como lo repiten tantas y tantas generaciones, que “aquí vive Dios”, o por lo menos descansa aquí a menudo.
En esta bella y noble tierra dominicana, muchos funcionarios cobran miles y miles de pesos por ocuparse de la limpieza de sus calles y, en vez de hacer esto, arreglan y protegen “animales prehistóricos” en parques de la capital, sin pensar que de haber pasado Emily con todas sus fuerzas, hasta estos hubieran sido sepultados por tantos desechos que la sociedad sufre día a día, en medio de tantos aires de indolencia.
