El país retornó este viernes a su ritmo, luego de los efectos de la tormenta tropical Emily, que aunque no tocó de lleno la República Dominicana, dejó tres muertos, más de siete mil personas desplazadas, cerca de cincuenta comunidades incomunicadas, viviendas y calles anegadas y grandes pérdidas en la producción agrícola por las fuertes lluvias que se sintieron, principalmente en la región sur.
Hoy se reiniciaron los vuelos para diversos destinos del mundo, que habían sido suspendidos como medida de prevención, tanto en el Aeropuerto Internacional de las Américas José Francisco Peña Gómez, El Higüero, Punta Cana, Cibao, y otros de categoría internacional.
También se reanudaron las actividades laborales, tanto en empresas del gobierno, como privadas; en las cuales, como medida de prevención, enviaron a sus casas su personal desde el mediodía del miércoles, ante la cercanía del fenómeno atmosférico. Ese día, al igual que el jueves, las actividades comerciales se redujeron en la capital dominicana significativamente; también en Santiago y otras ciudades importantes del país.
Otro sector que redujo considerablemente sus actividades producto de la llegada de Emily, fue el tránsito de vehículos públicos, cuya suspensión en más de un 90% de los viajes de las rutas de autobuses interurbanos, la mayor parte hacia el Sur del país, agudizó la situación de acuerdo a los pronósticos de los impactos de Emily.
De igual forma fueron suspendidas las pruebas nacionales planificadas para estos días por el Ministerio de Educación; la Universidad Autónoma de Santo Domingo pospuso los exámenes finales del curso de verano, así como sus labores administrativas.
Este viernes, tanto las miles de familias de los barrios marginados de la capital, como del interior, que habían abandonado sus hogares por la tormenta tropical y fueron trasladadas a los albergues o a casas de parientes y amigos, regresaron a ellos cerca del mediodía.
El país retoma su ritmo tras el paso de Emily
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