Las noticias sobre el narcotráfico en el país no son novedosas; sin embargo, los días que corren le ponen puntos diferentes a la reflexión- ahora más inquietantes-, no sólo por el asesinato del periodista José Agustín Silvestre, de la Romana, hecho atroz que se suma a los ya reconocidos modus operandi de los cárteles de la droga y grupos del crimen organizado en el país, sino por la trama que todo apunta a pensar que organizan sicarios vinculados a la red del capo boricua José David Figueroa Agosto, contra el asesor del Poder Ejecutivo en materia de drogas, Marino Vinicio Castillo, y el procurador general de la República Radhamés Jiménez.
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez ha calificado de “graves y preocupantes” las denuncias hechas por Vincho Castillo “que indican los niveles a los que han llegado los sujetos que se dedican al tráfico de drogas y al sicariato”.
El también presidente de la Comisión de Ética Pública señala como responsables de actos tales sectores vinculados a la red de narcotráfico del boricua José David Figueroa Agosto.
De manera que ante crímenes, amenazas y otros deleznables actos, las preguntas se abren paso acerca del espacio que ha ganado la mafia en República Dominicana y cuán cercano está de convertirse el país en un narco Estado.
“Navegamos en ese mar”, dijo Vincho Castillo…Un mar tormentoso que ha arrebatado ya vidas, como la del periodista Silvestre.
Aseguró el asesor del Poder Ejecutivo en materia de drogas que nadie podrá silenciar a los Castillos. Habrá que añadir a esto: ni a la sociedad dominicana.