La apendicitis, que puede ser mortal si no se atiende a tiempo, suele tomar a la persona por sorpresa. Cuando esa sorpresa sucede lejos de casa, más aún en otro país donde se habla otro idioma, la angustia que esta emergencia ocasiona se multiplica. Eso exactamente fue lo que le sucedió a la vinicultora Gaia Gaja.
Gaja, de 32 años de edad y natural de Barbaresco, una pequeño poblado en el Piamonte italiano, donde su familia viene produciendo vinos desde hace más de cien años, visitó las islas Caimán y luego Miami en viaje de negocios, más exactamente para asistir a una feria de vinos. Desde mucho tiempo antes, la joven empresaria había planeado asistir a tal evento. Luego de la feria, Gaja planeaba ir a Aspen, Dallas y San Francisco para asistir a otros eventos relacionados con su industria.
El día de su viaje a Miami, Gaja se despertó sintiéndose mal, con dolor abdominal, fiebre y sin energía. Al llegar al hotel en Miami, los síntomas habían empeorado considerablemente. Supuso que se había envenenado con alguna comida.
Gaja comenzó a prepararse para una reunión con ex compañeros suyos de la universidad en Italia, los cuales estaban en Miami. Los malestares que estaba sintiendo, sobre todo el dolor intenso, le impidieron salir del hotel. Finalmente, a las siete de la noche, Gaja decidió buscar ayuda médica.
Al otro lado de la línea, un médico de Miami, el Dr. Sandro Bacchelli, especializado en medicina familiar y fluido en cinco idiomas, le preguntó a Gaja en italiano los síntomas que tenía. Al escucharlos, sospechó que se trataba de una apendicitis.
“Yo no tenía la más remota idea que se tratara de una apendicitis”, comenta Gaja. “El Dr. Bacchelli, muy profesional y cuidadoso, me dijo que podía ir al Hospital Aventura, que estaba cerca de mi hotel. Allí me atendería de inmediato”.
En la sala de emergencia del hospital, Gaja no tuvo que esperar sino apenas unos minutos para comenzar a ser evaluada. El Dr. Bacchelli, médico fundador de una clínica internacional de urgencias y cuidado primario en Miami, la Clinique Soleil / Hollywood Medical Clinic, y demás emergenciólogos del hospital Aventura, le suministraron a Gaja los calmantes necesarios para aliviarle el dolor, mientras se determinaba con exactitud el origen de su problema.
“El dolor y la fiebre bajaron y hasta pude ver en la televisión de la sala de espera de la emergencia los premios Oscar, que los estaban transmitiendo esa noche”, recuerda Gaja, “había delante de mí cuatro personas que se sentían tan mal, que pensé que yo estaba mejor y me podría ir al hotel”.
Haberse ido de la sala de emergencia en ese momento hubiera sido un grave error. Antes de la media noche, los exámenes realizados a Gaja, incluyendo reconocimiento físico, pruebas de laboratorio, radiografías y escáneres, confirmaban una apendicitis aguda.
La apendicitis aguda, explica el Dr. Bacchelli, es una emergencia que requiere la pronta extirpación del apéndice, para prevenir complicaciones que pueden poner en riesgo la vida del paciente, tales como la ruptura del apéndice y una peritonitis, que es una infección generalizada en todo el abdomen.
A la media noche, el Dr. Bacchelli explicó a Gaja que tendría que ser operada de emergencia.
“Fue un shock. A pesar de lo bien que me estaban tratando, me preocupaba una operación delicada estando yo tan lejos de mi casa, de mis padres. Insistí en que quería irme, regresar a Italia para hacerme operar en mi país. El doctor me explicó que yo no podría volar once horas en las condiciones en que me encontraba. Corría un gran riesgo. Me explicó pacientemente el procedimiento. Sus palabras, así como la atención brindada por el personal de enfermería me tranquilizaron. Me trasladaron a un cuarto bello y confortable. Me gustó que el hospital no olía a desinfectante o medicamentos, y que tenía un ambiente íntimo y tranquilo. En la mañana vino el cirujano, Dr. Wiener, se presentó, me explicó de nuevo la operación. Me trató con tanta humanidad y comprensión. Inclusive llamó a mis padres a Italia antes y después de la cirugía, que fue un éxito. Eso significó tanto para ellos, que estaban allá volviéndose locos. Estoy tan agradecida”, expresa Gaja.
La productora de vinos agrega que el mismo día de la operación pudo levantarse por sí misma para ir al baño, y no tenía ningún dolor postoperatorio, a pesar de no estar tomando calmantes. Igualmente, comenta que para ella fue clave el hecho de que el Dr. Bacchelli hiciera el seguimiento posterior a la operación, haciéndose cargo de asistirla en todo los relacionado con su recuperación, e inclusive con detalles logísticos para su bienestar, como el traslado en silla de ruedas en aerolíneas Alitalia.
Para más información escriba a INTL@hcahealthcare.com; llame al 305-480-6601 o al 877-542-2362; o visite hcasaludinternacional.com
Para ponerse en contacto con el centro de salud internacional Clinique Soleil, llame en la Florida al 954-342-8800.
