Es de importancia capital, para el futuro de la candidatura presidencial del ingeniero Hipólito Mejía, que algún organismo competente del Partido Revolucionario Dominicano se interese por el comportamiento de quienes dirigen la campaña en la circunscripción 3 del Distrito Nacional.
En las ultimas cinco elecciones celebradas en la capital, el PRD ha salido derrotado cuatro veces en esta importante demarcación, conocida como la Región Central II, la cual cuenta con más de 300 mil votantes, distribuidos en unos 30 barrios, es decir, más electores que las cuatro provincias del suroeste del país.
En materia comunicacional, la dirección política de esta demarcación no es agresiva, porque no provoca noticias, no denuncia ni exige, por lo tanto decir que el PRD ganará las elecciones en la Circunscripción 3 es una quimera, porque hay que estar claro, que sus dirigentes, en estos momentos no están en eso.
Los dirigentes perredeístas de esta localidad se han olvidado del triunfo del PRD en mayo del 2012 y solo se preocupan por los cargos de dirección y comandar, aunque no cuenten con tropas.
Pasamos por un lugar donde se celebraba una reunión y aquello tenia un parecido a las fiestas bíblicas del Pentecostés, donde cada quien hablaba por su lado y en diferentes lenguas.
Es propicia la oportunidad para llamar la atención del incipiente Consejo Asesor Presidencial del ingeniero Hipólito Mejía, bajo la coordinación del doctor Emmanuel Esquea Guerrero, para que como presidente del órgano consultor de mayor jerarquía, dentro de la campaña, tome el toro por los cuernos y someta a los encargados de garantizar el trabajo y el triunfo de Mejía en la Circunscripción 3.
En esta demarcación hace unos meses fallecieron el dirigente político y sindical, don Marino Guadalupe y más tarde el excombatiente constitucionalista de abril del 65, Julio Armando Encarnación (Papito), ambos altos dirigentes del PRD en la Región Central 2, cuyos méritos y aportes no fueron reconocidos.
El primero, por sus escasos recursos tuvo que ser velado en la funeraria del ayuntamiento de la cabeza del puente de la 17, a pesar del PRD contar con tres representantes en el Congreso Nacional y seis concejales en la sala capitular del cabildo de la capital.
Una prueba de ello es el silencio que mantienen los dirigentes del PRD ante el progresivo estado de deterioro que acusan sus barrios, con una alta tasa de desempleo, donde no hay seguridad, escuelas destruidas, apagones de hasta 20 horas, donde no se recoge la basura, calles, aceras y contenes inservibles y canchas deportivas dañadas.
Luego de siete años de ausencia, angustia y calamidad y a diez meses de las elecciones, el presidente de la República, de manera repentina, se aparece en el sector de Gualey preocupado y, como cual benefactor, plantea la solución del drama que viven las familias. Mientras esto sucede, las atribuladas bases del PRD y su dirigencia local impotentes, solo observan y callan.
