Aun no podemos hablar de un “después de Irene”, pues los pronósticos durante los días que siguen prevén que el país estará afectado por las lluvias y ráfagas de vientos, por lo cual el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), mantiene la alerta roja en 24 provincias y amarilla en 8 de ellas.
Que la docencia continúe suspendida en los centros escolares, públicos y privados, resulta una de las tantas medidas asumidas en bien de la protección de los menores y sus familiares.
Ni hablar de las miles de personas trasladadas a refugios, albergues estatales, casa de amigos, o familiares, a quienes este multimedios DominicanosHoy llama a no regresar hasta tanto las autoridades les autoricen, pues los remanentes de Irene, con vientos máximos sostenidos y ráfagas, significan un gran riesgo, sobre todo para quienes poseen hogares muy vulnerables o están próximos a zonas que en sí mismas ya lo son ante tales contingencias.
Todavía se esperan vientos de tormenta tropical y algunas provincias podrían llegarles con características de huracanes, sin olvidar las anormales condiciones marítimas en todo el perímetro costero de la República Dominicana.
De manera que, además de felicitar a las instituciones y organismos de socorro, que desde mucho antes insistieron en promover las medidas de precaución y acciones acertadas en la mayor parte del país, como siempre recordamos que cada quien debe ser el mayor protector de su familia y de cuanto tenga que ver con la seguridad de sus existencias.