En Centroamérica ocurre el 27% de los homicidios que tienen lugar en el mundo. Algunos especialistas opinan que este es el mayor temor para quienes habitan en la región y su mayor desafío, más allá de la crisis económica, u otras situaciones difíciles: la violencia en todas sus manifestaciones.
Refieren quienes analizan la situación, que el dinero destinado a la educación y al desarrollo humano se tiene que emplear en este renglón. En fin, Centroamérica se queja, pero ¿qué podemos decir en República Dominicana, donde la seguridad de las gentes- como allá-, no sólo se ve afectada en las calles, sino en sus propios hogares y por donde quiera que vaya?
Algunos gobiernos en la región multiplican iniciativas y hablan de la cantidad de recursos que los estados necesitan, sobre todo para reunir a los sectores políticos ante estas situaciones. Por ejemplo, ¿cómo lograr las reformas en los sistemas penitenciarios y habilitar, preparar y educar a las fuerzas policiales para tal enfrentamiento?
¿Qué hay con relación al trabajo con los jóvenes, su educación y acertada utilización del tiempo libre, así como el otorgamiento de oportunidades y empleos?
Se trata de una agenda regional, porque el tema es integral, sin parcializaciones. Si no, ¿cómo entender que el incremento de los hechos de criminalidad, asesinatos por encargo o “sicariato”, el narcotráfico y tantos actos del denominado ajuste de cuentas, entre muchas formas de violencia, han provocado zozobras incontrolables- hasta el momento-, en la sociedad dominicana?
