Al menos 190 mil niños en el sur de Somalía están en riesgo “inminente” de morir por malnutrición aguda a causa de la hambruna que azota a ese país, alertó este martes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), tras señalar que 1,5 millones de infantes somalíes requieren asistencia humanitaria inmediata.
«Sin ayuda urgente estos niños pueden morir en cuestión de semanas», afirmó la portavoz de Unicef, Marixie Mercado, en rueda de prensa.
De acuerdo a Unicef desde agosto pasado, 450 mil niños de entre seis meses y cinco años de edad sufren de malnutrición aguda, de los cuales «alrededor de 190 mil alcanzan los niveles más graves de malnutrición».
«Esto significa que tienen hasta nueve veces más probabilidades de morir que un niño sano», agregó Mercado.
La vocera de la Unicef explicó que el 75 por ciento de los niños más gravemente desnutridos se encuentran en el sur de Somalia.
En la mayoría de las regiones del sur de Somalia, uno de cada seis niños padecen desnutrición severa, subrayó Mercado.
«Si no hacemos algo de manera urgente, la mayoría de estos niños podrían morir”, incluso “una vez que hayan recibido tratamiento de alimentación terapéutica, la recuperación no será rápida”, dijo.
Entre enero y julio de este año, 63 mil 400 niños con malnutrición aguda severa fueron admitidos en los programas de alimentación terapéutica de Unicef, de los que 547 murieron, el 1,2 por ciento.
De los niños con malnutrición aguda moderada, recibieron un tratamiento de alimentación suplementaria 90 mil 080, de los que fallecieron 186, el 0,7 por ciento.
La tasa global de malnutrición aguda en el país africano es mayor al 58 por ciento, casi cuatro veces el umbral de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 15 por ciento.
Según la ONU, el estado de hambruna se declara en una zona cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10 mil habitantes.
Alrededor de 12,4 millones de personas residentes en el Cuerno de África sufren la peor sequía en décadas y necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.
Somalía es el país más afectado debido a la epidemia de cólera, que se sumó a la hambruna por la actual situación de insalubridad, malnutrición y hacinamiento de desplazados, y por la guerra civil en la que está inmersa desde 1991.
Este conflicto destruyó buena parte de sus infraestructuras, por lo que se dificulta el acceso al centro y al sur del país, para asistir a la población.
80 por ciento de refugiados son menores de edad
El Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), informó este lunes que alrededor del 80 por ciento de los 121 mil refugiados del complejo de Dollo Ado en Etiopía son menores de 18 años de edad, el grupo más vulnerable a esta crisis humanitaria.
De los cuatro campos de Dollo Ado, en el de Kobe los menores de edad representan el 88,6 por ciento de los 25 mil residentes, explicó Acnur.
Según Acnur, dos mil 500 menores de edad llegan solos a Dollo Ado, por lo que le preocupa la cantidad de infantes huérfanos.
«Es muy peligroso que estos niños viajen solos hasta Etiopía porque corren el peligro de ser reclutados por milicias armadas», manifestó el Acnur.