El asesinato de una mujer a causa de su pareja, novio, concubino o ex pareja recibe el nombre de feminicidio, pero cómo llamarle a la cantidad de niños que abruptamente pierden a sus madres, fruto de ese flagelo y que en el peor de los casos, también su padre se suicida tras cometer el crimen.
Según la Procuraduría General de la República, en el primer semestre de este año han ocurrido unos 110 feminicidios. De esa cantidad, 58 están calificados como íntimos, es decir, que el victimario tenía o tuvo en algún momento una relación amorosa con la víctima; mientras que 52 no lo son.
Si se calcula que cada madre tuvo entre dos y tres hijos, se estima que desde enero a junio, alrededor de 264 niños han quedado huérfanos de madre a causa de la violencia machista, mientras que poco más de la mitad perdió también a su papá, ya sea porque se suicidó luego de cometer el asesinato o porque cumple condena en la cárcel por el hecho.
Pero, no solo éstas son las consecuencias que sufren los huérfanos por feminicidio, sino que el impacto inmediato que padecen los niños y niñas es de una profunda tristeza, llanto, pierden el apetito, cambios emocionales, conductas agresivas y retraimiento. Además, su rendimiento escolar baja y en algunos casos no se recuperan jamás.
También estos niños, si no reciben ayuda psicológica adecuada, se convierten en presa fácil de la delincuencia, drogadicción y prostitución. Además, sin la intervención del Estado dominicano con programas para protegerlos, orientarlos y resarcir algunos daños, pueden caer en bandas delincuenciales o criminales.
República Dominicana carece de casas albergues para darle acogida a los huérfanos por feminicidio, el Despacho de la Primera Dama, que tanto se preocupa por la niñez, no posee estos refugios para los infantes, deseosos de contar con una mano amiga.
De no tomarse medidas a tiempo para frenar la violencia de género, el futuro del país se verá truncado por la violencia y criminalidad, más aún, como castigo por la negligencia cometida contra la otra víctima del feminicidio.