Después del 11 de septiembre de 2001, la rutina del mundo cambió y trajo consigo una serie de consecuencias que siguen teniendo repercusiones globales. Las medidas de seguridad fueron redobladas y desde entonces, los gobiernos establecieron estrictos procedimientos para los pasajeros, requisas y dispositivos electrónicos destinados a detectar cualquier explosivo o arma que pretendiera ingresar a una aeronave.
También sufrieron cambios perjudiciales los ciudadanos del mundo: el rumbo del turismo, el comercio, precio de petróleo, discriminación social, inestabilidad en la bolsa de valores, las exigencias de las compañías aseguradoras; hasta la forma de socializar de las personas y la crisis económica global: ¡todo cambió!
La secuela de salud se sigue sintiendo diez años después, entre miles de personas que han tenido que lidiar con el dolor por la muerte inesperada de un familiar o un amigo. Los problemas emocionales y las enfermedades contraídas tras la exposición a los humos y gases nocivos de la «zona cero» continúan presente.
Muchos analistas han llegado a expresar que desde entonces la historia económica y la seguridad aérea se dividieron en un antes y un después del 11 de septiembre.
República Dominicana recuerda en esta fecha a las miles de víctimas que inesperadamente hallaron la muerte cuando menos lo esperaban y, particularmente, a los 47 dominicanos que emigraron en busca del sueño americano y sus anhelos no fueron cumplidos.
Para la humanidad toda, la fecha sigue siendo un referente catastrófico y en tal sentido se alzan las voces del mundo para decir: ¡No al terrorismo! Que nunca más haya que sufrir por hechos tales. A las familias dominicanas que perdieron allí algún miembro, llegue en este día el sentimiento de solidaridad de este multimedios DominicanosHoy y el deseo de que una pena de tal envergadura no vuelva a suceder en sus vidas.
