Una campaña electoral es una prostituta sin dientes, que se le cayeron por el constante chupar y cuyas tetas, por alimentar tantas bocas hambrientas, ya le llegan a las rodillas, obstaculizan su caminar. La ley que permite que un cabaret funcione establece que “la mayoría de los clientes deben ser fijo, pero que las mercancías deben ser variables”. Por esa razón las prostitutas tienen un período de residencia de dos semanas y le cabaretero que coge más de dos veces a una misma prostituta, ya no es un cabaretero sino un chulo, un peligro para el dueño del cabaret, pues deja de producir beneficios y empieza a sacar.
Así pues que los candidatos presidenciales están obligado a cambiarles las prostitutas, es decir, el mensaje, las ofertas, al electorado, estos, al cabaretero, al chulo…Recuerdo que un día, siendo yo el Coordinador de Campaña del Equipo del actual Presidente, Leonel Fernández, este llegó a mi oficina muy preocupado porque el Doctor Peña Gómez, candidato presidencial del PRD, había declarado que sectores retrógrados y ultra conservadores, apoyado por Balaguer, estaban financiando la campaña de Leonel Fernández.
—¿Qué usted piensa?, le pregunté.
— Voy a dar una rueda de prensa en la que le pediré al Doctor Peña Gómez que presente las pruebas de su declaración y que si la presenta yo renuncio a la candidatura presidencial, me responde.
— tranquilo, Presidente, le digo, y agrego: la ley que rige la campaña electoral establece que un candidato presidencial hace una sola cosa: ¡halaga al votante y ataca al adversario! Ahora, ¿a quién halagó Peña Gómez con esas declaraciones? Leonel reflexiona, no dice nada, yo continuó: Lo único que él hizo con esas declaraciones fue restablecer su enemistad con esos sectores, que ahora, verdaderamente, son nuestros.
—¿Qué debo yo hacer?, me pregunta.
— Halague al votante y ataque al adversario. Siempre, el mejor ataque es el irónico. Diga que “su candidatura ha logrado un consenso tan grande que está siendo respaldada por todos los sectores, y que el único que falta es el ya derrotado Doctor Peña Gómez, a quien estamos esperando, para darle la bienvenida”
Una sonrisa de triunfo brotó de sus labios: había aprendido todo lo que necesita saber, hizo lo que le recomendé y jamás se ha apartado de esa regla de oro. El doctor Peña Gómez quedó tan sorprendido como acongojado, sin ninguna cosa que pudiera hacer o decir…
Ahora, estando en Monte Cristi el actual candidato del PRD, Hipólito Mejía, siguiendo la regla de oro, llamó a los productores de arroz a no pagar las deudas con el Banco Agrícola porque él se la perdonará. Los peledeístas salieron a responder esas declaraciones, pero todo cuanto lograron fue buscarse la enemistad de los oligarcas agrícolas. Por dos razones, estos, aunque viven como reyes, con cinco mujeres mudadas, con palacios campestres, con yipetas y visitas dos veces a la semana al cabaret y al casino, siempre están en quiera.
Busque las declaraciones de los productores de leche y verá que siempre están “sumidos en un profunda crisis”, pero mire el traje de Eric Rivero, su presidente, y verá que es más costoso que los que usa Barack Obama. Pregúnteles a los productores de ajo de Constanza, y le dirán que están en quiebra, pregúnteles a los productores de cebolla de Peravia, y le dirán que están en quiebra, pregúnteles a los productores de habichuela de San Juan de la Maguana y le responderán que están en quiebra…
Hipólito conoce ese mercado y hace como las prostitutas sin dientes, usa su especialidad en chupar para dejar al cliente satisfecho. Nuestros estrategas deben tener mucho cuidado a la hora de refutar unas declaraciones del gurabeño, pues Dios envía moscas a las heridas que él debería curar.