Según la conferencia dictada por el Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, titulada Especulación Financiera, Alimentos y Petróleo en los Mercados de Futuro: Por un Nuevo Consenso Internacional de Estabilidad de Precios, la insatisfacción general amenaza la paz social.
Con una fina y directa oratoria, el mandatario dominicano sintetizó este período económico global que ha afectado al mundo en los últimos años y que puja por revertirse otra vez, debido, principalmente, a los precios del petróleo, de los alimentos y de otros productos básicos, que volvieron a experimentar alzas, como ocurrió a mediados del año 2008.
Entre las reflexiones que despertó el discurso de Fernández estuvo el lugar que ocupa República Dominicana en esa triste cifra de cerca de 150 millones de personas adicionales, a las más de 925 millones que ya padecían hambre en el mundo.
El Presidente apuntó que desde el 2004 al 2011, “el gobierno ha destinado unos RD$181 mil 160 millones para el subsidio del sector eléctrico y transporte público, como consecuencia del alza en el precio del petróleo, a fin de alivianar la carga impositiva a los dominicanos” y reafirmó que si “el incremento llegara con tal nivel de inflación al pueblo, aquí habrían estallidos sociales y un colapso del sistema político dominicano”.
No es un secreto que las familias dominicanas viven momentos cruciales y si se habla de reducir en un 50% el número de personas sub nutridas en la mayoría de los países del mundo y, en especial de aquellos de bajos ingresos y con déficit en la producción de alimentos, habría que ver cuáles políticas se esgrimen aquí para cumplir tal objetivo.
Leonel Fernández describe la tragedia indescriptible, la angustia, ansiedad y desesperanza en que viven los pueblos, sobre todo los más pobres, los que sufren las peores consecuencias, al contar con el 98% de las personas que padecen hambre en el mundo.
Quizás el presidente dominicano basó su conferencia en muchas de las experiencias propias que vive esta nación y aunque trató esencialmente el tema de la especulación financiera, alimentos y petróleo en los mercados de futuro, aun cuando señaló su impacto en República Dominicana, este fue un discurso con proyecciones muy estratégicas.