El monumento que honra la memoria de Fray Antonio de Montesinos, ubicado en la plaza Paseo Presidente Billini, de la avenida Francisco Alberto Caamaño Deño, Distrito Nacional volverá a ser el centro de recreación y espacio turístico para los cientos de visitantes que se deleitarán con la hermosa panorámica del océano que ofrece el lugar.
El embellecimiento está a cargo del Ayuntamiento del Distrito Nacional y el gobierno de México, a través de su embajada en la República Dominicana con el objetivo de convertirlo en un gran centro cultural.
La edificación enclavada en medio de una área verde, a orillas del mar Caribe, en Santo Domingo consta de tres terrazas: las dos primeras lucen totalmente remozadas, tanto sus paredes, techos, escaleras y amplios pasillos, todos los cuales se observan limpios, mientras que la última, donde está la gigantesca estatua representando a Montesinos cuando gesticulaba su sermón de adviento, en la misma entrada al puerto de la ciudad, luce impecable, alumbrada y pintada.
En la explanada del monumento, aún permanecen restos de materiales de construcción y otros objetos propios del remozamiento, asimismo varios guardias se turnan para custodiar día y noche el sitio.
Antes
La falta de mantenimiento, iluminación y vigilancia había convertido el monumento de un espacio de recreación, en un foco de contaminación, guarida de palomos, delincuentes, consumidores de drogas e inhaladores de cemento. El abandono y descuido eran contrapuesta con el entonces luchador y defensor de los derechos humanos, que en su discurso precisa: “Decid ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios?”.
Breve historia del monumento
El monumento de Fray Antonio de Montesinos fue donado al país por México en 1982. El fraile fue un gran defensor de los indios Taínos. Llegó a la isla junto a los primeros religiosos de la Orden de los Dominicos, inmediatamente se identificó, igual que los demás miembros de la hermandad, con las penurias padecidas por los aborígenes, por lo una lucha en favor de éstos y sus derechos como seres humanos iguales a los españoles.
En 1511, en el cuarto domingo de adviento, Montesinos pronunció el sermón que devino palabras para la historia, en las cuales acusaba a los conquistadores y su barbarie. Ya para el censo de Osorio en 1606, existían solo varias familias indias, debido al exterminio del cual fueron objeto por los colonizadores.