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El laberinto de Mono Mojao

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El doctor Joaquín Balaguer era un político y estadista programático.

La economía del país la manejaba en el día usando una libreta.
En función de las recaudaciones que reportaban en horas de la noche los directores de Aduanas e Impuesto Sobre la Renta, disponía las partidas. Este estilo de gobernar le dio resultados.
Todas las obras: proyectos habitacionales, caminos vecinales, grandes presas, asentamientos campesinos y otras de interés social se ejecutaban con recursos propios.

El doctor Balaguer, en el ejercicio gubernamental, no usaba préstamos internacionales para suplir las necesidades del gobierno y nunca firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Su accionar en la política y gubernamental se ajustaba a la realidad imperante.

Los legisladores de los tres partidos mayoritarios: Revolucionario Dominicano (PRD), de la Liberación Dominicana (PLD), y Reformista Social Cristiano (PRSC), en una resolución histórica lo declararon “Padre de la Democracia Dominicana”.

Durante una de las gestiones gubernamentales del doctor Balaguer en el sector denominado Mono Mojao, de Villa Consuelo, se produjo un incendio que afectó de 40 familias.

La respuesta del presidente Balaguer no se hizo esperar y ordenó que se construyera un edificio para alojar estas personas. Es así que surge el edificio de Mono Mojao; moderno, con luces, áreas comunes y en la parte de abajo se instaló un destacamento de la policía para el mantenimiento del orden y la seguridad.

Estas familias rescatadas de la inmundicia comenzaron a vivir una nueva vida con un espacio adecuado: cocinas, baños, sistema de agua potable y electricidad.  Con el tiempo, este lugar se arrabalizó de nuevo convirtiéndose lo que es hoy: un laberinto de pasillos oscuros, puertas y áreas impenetrables, donde existen puntos de venta de drogas, se ocultan delincuentes e impera el desorden social de salvarse quien pueda.

La Dirección Central Anti-narcóticos (DICAN), allanó el pasado viernes cuatro apartamentos, confiscó un revólver sin licencia legal, una pistola y dos porciones de crack.  Esto demuestra que el edificio de Mono Mojao es un escenario donde se refugia la delincuencia, a pesar de tener un destacamento de la policía en la parte baja de la edificación.

Se recuerda que en la jefatura de Bernardo Santana Páez, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), ocupó varios kilos de cocaína en uno de los apartamentos del edificio de Mono Mojao.
El ex jefe de la Policía, Santana Páez, dispuso la cancelación de todo el personal que prestaba servicio en el destacamento de Mono Mojao, en Villa Consuelo.

La situación en ese lugar es compleja, porque existe un drama social, económico y de comportamiento ciudadano.  Urge desplegar un programa de educación, rescatar el área física del edificio y reformular la función del destacamento que opera en el lugar o el letrero con un policía de servicio, porque dicho destacamento tiene su sede en las instalaciones de la televisora oficial.

Hay que poner cada cosa en su lugar en el edificio de Mono Mojao.

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