El impasse suscitado en la Junta Central Electoral (JCE), tras la renuncia del administrador general de Informática provocó reacciones inmediatas en los partidos de poder y la oposición, a punto de comentarse que la transparencia de las próximas elecciones presidenciales y la institucionalidad del organismo podrían estar en juego.
El conflicto se originó al trascender que Miguel Ángel García, administrador general de Informática, dimitió de su cargo por no querer «ceder bajo ninguna circunstancia» a la creación de un área de cómputos paralela a la existente y que tendría como finalidad que todas las funciones del cómputo electoral le fueran asignadas a la misma persona.
Esa información conllevó a que muchos analistas calificaran el percance como una de la peores crisis de la JCE, la cual podría dañar la buena imagen que ha logrado en los últimos años.
Según se divulgó, la dimisión de García fue admitida por el Pleno de la JCE con el voto favorable del presidente, Roberto Rosario Márquez y de los jueces José Ángel Aquino y Rosario Graciano; mientras que Eddy Olivares y César Féliz Féliz estuvieron en contra, por sostener que era necesario convencer al funcionario electoral de que se mantuviera en el cargo.
En tal sentido, el juez Eddy Olivares acusó a Rosario Márquez de la renuncia de García y de patrocinar un “plan perverso” con el fin de empoderar a Franklin Frías, director de Cómputos, como jefe absoluto de Informática.
Para enfriar un poco el horno que calentaba a todo vapor, Rosario solicitó que ningún magistrado del organismo emitiera comentarios hasta tanto se decidiera sobre el caso; pero, la petición la hizo muy tarde, pues Olivares se había pronunciado acerca del tema en reiteradas ocasiones.
Las afirmaciones del magistrado fueron tan fuertes que en un momento expresó: “Tengo sospechas legítimas de que Frías no es la persona indicada para ocupar ese cargo y reitero, bajo ninguna circunstancia puede dirigir el departamento de Informática”.
Estimó que con la renuncia de García se dio un rudo golpe a la credibilidad del departamento de Informática y por consecuencia a la propia JCE, a 8 meses de las elecciones presidenciales.
Como era de esperarse, los pronunciamientos de Olivares agravaron más la situación al asegurar que García fue víctima de un “Mowing”, especie de acoso laboral en el que se maneja psicológicamente al funcionario hasta que renuncia, por lo que pidió a los presidentes y secretarios de los partidos buscar una solución a la profunda crisis que afecta a la Junta.
Ante tales acusaciones, la reacción y las visitas de los políticos y organizaciones partidarias no se hicieron esperar, saliendo al frente el candidato presidencial de Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, quien con su característica jocosidad advirtió que no permitiría desórdenes en la Junta: «Yo estoy convencido que a mí no me hace ‘coca’ (trampa) nadie, óiganlo bien, nadie”.
También el secretario general del PRD, Orlando Jorge Mera, indicó que esa organización política se mantendrá en alerta y en sesión permanente ante la renuncia de García.
Asimismo, el delegado político del Partido Reformista Social Cristiano ante la JCE, Tácito Perdomo, consideró que la experiencia de tantos años de Miguel Ángel García no puede ser sustituida de un momento a otro y demandó que se explicara qué significa un sistema de cómputos paralelo: “hay que ver, porque la situación es muy delicada y no puede manejarse de manera alegre”.
Pero no solo representantes del PRD y PRSC emitieron sus opiniones, una comisión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), encabezada por Reinaldo Pared Pérez, visitó la Junta para conocer a fondo el percance y determinó que todo se debió a un conflicto laboral entre funcionarios de Informática.
Anteriormente, el delegado político del PLD ante la JCE César Pina Toribio, valoró los aportes hechos por García al organismo comicial y, a su vez, lamentó la conjetura que produjo su renuncia.
El revuelo desatado en la JCE obedece a las informaciones tan delicadas que debe manejar el administrador de Informática y a la gran responsabilidad que lleva sobre sus hombros, además de la credibilidad, confiabilidad y capacidad que necesita para asumir tales funciones.
La Dirección de Informática de la JCE tiene a su cargo todo lo concerniente al Registro del Estado Civil, como son las cédulas de identidad y electoral, los matrimonios, actas de nacimiento y divorcios.
Transmite los resultados electorales, vía los escáneres, realiza el cómputo electoral desde las Juntas Electorales, elabora los softwares y recluta al personal técnico que trabaja en los colegios electorales. Tiene a su cargo salvaguardar toda la información del Registro Civil y del Cómputo Electoral. Diseña y da mantenimiento a sus páginas en internet.
De igual forma, el cómputo electoral se encarga de separar los sistemas de cedulación de dominicanos, extranjeros, menores de edad y militares. Realiza el soporte técnico para el padrón electoral fotográfico, imprime el padrón y todos los materiales usados en las elecciones, como son las actas de los colegios electorales y las relaciones de votación.
Ojala que la JCE pueda superar este conflicto y vuelva a infundir confianza y seguridad en el sector político y en la población en general, a fin de que los resultados de las elecciones próximas no sean cuestionados.