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Canchas en calles: recreación y discordias

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La falta de espacio para la población recrearse ha motivado que cada día en los barrios de la capital dominicana se note más la presencia de canchas improvisadas, donde personas de diversas edades buscan palear el ocio de la falta de empleo y otras oportunidades.
 
Esas canchas, que suelen verse como una alternativa ante la carencia de iniciativas por parte de las autoridades del gobierno central y municipal, suelen convertirse en fuentes de discordias entre los habitantes de los diversos sectores.
 
Quienes se quejan dicen que la instalación de esos lugares de diversión improvisados arrastra la venta de drogas, expresiones vulgares, acoso sexual y otros males. Otro problema que, de acuerdo a los testimonios, acarrean las canchas improvisadas es el bloqueo de las vías que obligan, incluso, a tener que parquear su vehículo a varias cuadras de sus viviendas.
 
“Ya no se estaba sólo practicando deportes, sino que también vendían drogas. Se convirtió en un sitio de delincuencia grandísima, donde participaban grandes y menores”, expresó Miguelina Fabián, quien decidió con sus propias manos desmantelar una cancha que le estaba causando trastornos, frente al Centro Hogar de Bendiciones, que posee en la calle ocho, del barrio 27 de Febrero.
La profesora Fabián narró que el riesgo al que se exponía con la  cancha frente a su centro educativo era tan  grande, que un día descubrió allí un escondrijo de drogas en unos sacos de arena.
 
“Si quieren matarme, que me maten, pero yo no tengo miedo, que se sepa”, expresó la educadora, rodeada de los niños del centro.
 
En el sector Capotillo, sus moradores no  reaccionaron de la misma forma que la profesora Fabián con la cancha instalada entre las calles cuarenta y dos, esquina seis, la cual no decidieron desmantelar, pero sí lograron que se prohibieran los torneos de basquetbol interbarriales, por los pleitos que ocurrían entre los equipos perdedores y ganadores, además de los inconvenientes en la circulación de vehículos en toda el área.
 
La falta de espacios recreativos en los barrios contrasta con otros sectores acomodados de Santo Domingo, donde los moradores suelen usar sus influencias en el gobierno para lograr que le construyan instalaciones deportivas costosas, las cuales, al poco tiempo son abandonadas,  como es el caso de una cancha de basquetbol que el equipo de Dominicanoshoy.com pudo observar en el exclusivo sector  Arroyo Hondo Segundo.
 
“Aquí los políticos  viven jactándose de sus intenciones de ayudar a los pobres y, sobre todo a la niñez, que son el futuro del país, pero es poco lo que hacen por ellos una vez en el poder. Si  no pueden garantizarles siquiera una instalación deportiva para alejar a los jóvenes de los vicios, ¿qué más se puede esperar de nuestros gobernantes”, expresó Fausto Alcántara, dirigente comunitario de Herrera.

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