Más de 280 personas murieron como resultado de las devastadoras inundaciones que mantienen anegada la tercera parte de Tailandia, informaron hoy las autoridades de este país surasiático.
El último parte del Departamento de Mitigación y Prevención de Desastre elevó hasta 281 la cifra de muertos, con dos desaparecidos, mientras los damnificados superan los dos millones 230 mil.
Con más de un tercio de las 76 provincias invadidas por las aguas, el Gobierno centra sus esfuerzos en evitar en lo posible los estragos en esta capital, seriamente amenazada por las riadas reinantes desde finales de julio.
Según la primera ministra Yingluck Shinawatra, las zonas interiores de la ciudad podrán mantenerse a salvo si se aplican las medidas necesarias y se establece una estrecha vigilancia.
Yingluck indicó que, en cualquier caso, no se espera un aumento significativo en el nivel de las aguas en Bangkok, pues está previsto el rápido drenaje en las proximidades de la urbe.
Además, continúa el levantamiento de las paredes de sacos de arena para contener el torrente.
Las afectaciones económicas tras dos meses y medio de abundantes precipitaciones sobrepasan los dos mil 600 millones de dólares.
El Ministerio de Industrias anunció este miércoles que las inundaciones obligaron a detener la producción en unas 900 fábricas, la mayoría de ellas vinculadas a la esfera automotor.
Aunque los meteorólogos pronosticaron el cercano fin de la estación húmeda, advirtieron que en los próximos dos o tres días persistirán las lluvias de consideración.
Las abundantes precipitaciones han ocasionado más de 200 muertos en Cambodia y unos 30 en Vietnam, de acuerdo con partes oficiales de esos dos países vecinos.
