Las lluvias caídas durante las últimas 24 horas en gran parte de la República Dominicana, han vuelto a revivir la vieja teoría de que “la ciudad es un lago”, debido a la falta de drenajes pluviales, que trasciende a sucesivos mandatos y se mantiene ante la indiferencia de las autoridades.
Las calles y avenidas de la capital están inundadas, lo que trastorna el tránsito vehicular, arriesgando a los conductores a colisionar sus autos.
Uno de los puntos más críticos es la autopista Duarte, con el Cruce de Manoguayabo, debido a la construcción de un elevado y el Metro de Santo Domingo, en segunda etapa.
Además, movilizarse por la avenida Luperón es toda una odisea: “Esto es un solo brazo de mar, por aquí no hay quien pase sin el peligro de que se te encharque el vehículo”, sostuvo Rafael Valenzuela, chofer de un carro público.
Aguaceros seguirán
La vaguada en superficie ubicada en la porción occidental del país y el viento predominante del Sureste, que arrastra núcleos nubosos hacia el territorio dominicano, mantienen las condiciones favorables para que continúen los aguaceros, tronadas y aisladas ráfagas de viento sobre las regiones noreste, litoral caribeño, suroeste, Cordillera Central y zona fronteriza.