Puerto Príncipe.- El Senado de Haití aprobó hoy el plan político del primer ministro, Garry Conille, así como su Gobierno, en una sesión de más de once horas de duración que finalizó de madrugada.
De los 27 senadores presentes -la Cámara está compuesta por 30- 16 votaron a favor, cuatro en contra y seis se abstuvieron, mientras que el presidente del Senado no votó, de acuerdo con el reglamento, por lo que el plan de Conille obtuvo la mayoría absoluta necesaria.
Está previsto que presente hoy su plan ante la Cámara de Diputados y si obtiene un voto favorable pasará a ser jefe de gobierno con plenos poderes.
Al final de la sesión en el Senado, Conille dio las gracias a los legisladores y prometió tomar en cuenta sus recomendaciones acerca de su programa, articulado principalmente en torno a la educación, el empleo, el estado de derecho, el medio ambiente y la energía.
Aseguró que su gobierno va a seguir «dialogando con el Parlamento» y que ambos poderes van a «trabajar juntos para satisfacer las necesidades de la población de Haití».
El presidente del Senado, Rodolphe Joazile, invitó por su parte al primer ministro a «tomar sus responsabilidades», puesto que, «el voto no es un regalo» y el Senado seguirá con su «rol de control», indicó.
En su plan, Conille prometió mejorar las condiciones económicas y sociales de la población mediante la creación de un millón de puestos de trabajo directos y un crecimiento del 9 % anual durante los próximos cinco años.
Consideró como una «urgencia» resolver la situación de los damnificados del terrible terremoto del 12 de enero de 2010, de los que 600.000 siguen viviendo bajo carpas, sobre todo en la capital.
Según él, hay que asegurar un «mejor futuro» para estas personas y rehabilitar los espacios de parques públicos que han sido ocupados por campamentos de desplazados mediante fórmulas para reubicarlos, pero sin recurrir a la «expulsión».
En medio ambiente, Conille se fijó como objetivo lograr un 30 % de cobertura vegetal en un plazo de cinco anos para el país, muy castigado por la deforestación, con menos de 2 % de cobertura en la actualidad.
A propósito de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilizacion de Haití (Minustah), declaró que «debe salir tan pronto como sea posible», pero estimó que el país «debe ser capaz de reemplazar gradualmente» sus funciones y que la marcha de los cascos azules debe ser progresiva.
Muchos de los senadores hicieron recomendaciones a Conille y algunos cuestionaron su política, particularmente los senadores Francois Annik Joseph y Steeven Benoit.
Annik Joseph estimó que el plan de Conille no establece la distribución de la riqueza que quiere crear.
Benoit se quejó del funcionamiento de la coalición que conforma el gobierno y aseguró que el presidente, Michel Martelly, se perfila como «un dictador» que «no respeta a nadie».
El gobierno está compuesto por 18 miembros, entre los que figuran tres mujeres, tres miembros del antiguo partido gubernamental, Inite, y uno del partido Haití Adelante (AAA).
El gabinete lo forman Garry Conille, como primer ministro y ministro de la planificación; Thierry Mayard Paul (Interior y Defensa Nacional); André Lemercier Georges (Economía), Laurent Lamothe (Asuntos Exteriores), Josué Pierre-Louis (Justicia), Réginald Paul (Educación) y Joseph Ronald Toussaint (Medio Ambiente).
Tambien están François Richel Lafaille (Asuntos Sociales), Choiseul Henriquez (Cultura), Jacques Rousseau (Obras Públicas), Florence Duperval Guillaume (Salud), Hébert Docteur (Agricultura), René Jean Roosvelt (Juventud), Daniel Supplice (Presidencia), Yanick Mézil (Condicion Femenina) y Stéphanie Balmir Villedrouin (Turismo).